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Según el portavoz, esta puesta en marcha “incrementará la habilidad de Estados Unidos para detectar, vigilar y desmantelar elementos y acciones ilegales que ponen en peligro la seguridad y el bienestar del suelo estadounidense”.
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“Estas unidades potenciarán y expandirán las herramientas actuales para desmantelar el comercio de drogas y reducir y desarticular las agrupaciones transnacionales”, complementó.
El Gerald Ford y su grupo de combate se suman así al contingente destacado desde el estío por el Pentágono en la zona del Caribe con el objetivo de luchar contra el crimen organizado y el narcotráfico. Este despliegue incluye tres naves de asalto y transporte anfibio, cazas F-35B, aeronaves de vigilancia P-8 y vehículos aéreos no tripulados MQ-9, que actúan desde una base en Puerto Rico.
A lo largo de las semanas recientes, la Administración de Donald Trump ha destruido alrededor de diez embarcaciones tanto en el Caribe como en el Pacífico, causando la muerte de varias personas, en proximidad a Venezuela y Colombia. Este hecho ha provocado un aumento de la crispación con dichas naciones, que hablan de ejecuciones al margen de la ley.
Este mismo viernes, Hegseth informó que el Ejército estadounidense sumergió otra lancha en aguas del Caribe, la cual, según sus declaraciones, era manejada por el grupo transnacional Tren de Aragua. Además, precisó que en el asalto habrían perecido seis individuos, a quienes denominó como “narcoterroristas”.
La tirantez con Venezuela está en un punto álgido en este momento, dado que Trump ha dado órdenes a la CIA para realizar operaciones secretas dentro de esa nación, mientras que el régimen de Nicolás Maduro acusa a Estados Unidos de tener intenciones de atacar territorio venezolano.
