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Temporal Melissa: por qué ciertas personas suelen ingerir más de lo acostumbrado en época de lluvias

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Es probable que hayas sentido un hambre inesperada cuando llueve o te encuentras en un entorno frío, como en la montaña.

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Es probable que hayas sentido un hambre inesperada cuando llueve o te encuentras en un entorno frío, como en la montaña. En esas situaciones, podrías notar que tienes más apetito o ingieres una mayor cantidad de comida. Aunque no es una regla para todas las personas, se trata de una condición bastante frecuente con su respectiva justificación médica.

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Se presume que las modificaciones hormonales constituyen una de las causas por las que el hambre aparece con facilidad durante épocas de frío, como al llover. Las variaciones estacionales influyen en las hormonas relacionadas con el hambre y el deseo de comer, entre ellas la leptina, la grelina y los glucocorticoides.

Una investigación del año 2019, difundida en la revista *Nutrición y Metabolismo*, indicó que la leptina, la hormona que genera la sensación de estar lleno, presenta niveles más elevados tanto en climas templados como fríos. No obstante, los hallazgos siguen siendo objeto de debate. Otra investigación sugirió que las alteraciones en los ciclos circadianos en regiones con inviernos rigurosos, causadas por una menor exposición a la luz, suscitan un incremento de la leptina.

Frente a las bajas temperaturas, el organismo activa una respuesta innata para conservar el calor corporal (termogénesis). Este mecanismo puede incrementar el consumo de energía, lo cual, en teoría, incitaría al cuerpo a buscar un aporte energético mayor mediante la ingesta de más alimentos, en particular aquellos que aportan calorías, grasas y azúcares, con el fin de producir calor y acumular reservas (a pesar de que este aumento puede no ser estrictamente necesario gracias a la ropa y los sistemas de calefacción actuales).

El estrés, la preocupación, la melancolía o el hastío (sentimientos habituales al pasar más tiempo en casa debido a la lluvia) son detonantes usuales de la “hiperfagia” o el incremento del deseo de comer. La gente busca ingerir esos “alimentos de consuelo” (frecuentemente abundantes en grasa y azúcares) para mitigar dichas emociones.

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