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La madrugada del pasado viernes, un incendio voraz arrasó con aproximadamente cinco casas en la calle García Copley, en el sector Baracoa, de Santiago, afectando a once personas en total, entre ellas a dos niños de menos de cinco años.
Alojados por vecinos, durmiendo en el suelo de una de las viviendas que se salvaron e inhalando el intenso humo que todavía impregna el ambiente, este es el escenario que enfrentaron las familias que perdieron sus hogares en el devastador incendio del viernes por la mañana en el sector Baracoa de Santiago, durante su primera noche tras la tragedia.
Con la mirada fija en los cientos de objetos carbonizados y un rostro de preocupación, Edward Lantigua relata lo “incómodo” que resultó pasar su primera noche después de perder su casa y las de sus hermanos.
“Fue muy incómodo, tuvimos que ir a dormir a casa de los vecinos, que gracias a Dios nos tendieron la mano, pero algunos tuvimos que acostarnos en el suelo”, explicó Lantigua con la voz ronca a causa del humo.
Al momento del incendio, Edward dormía en una de las habitaciones de la casa que compartía con sus dos hermanos. Asegura que cuando despertó, alertado por el joven que se dio cuenta del fuego, corrió para auxiliar a su hermano, pero este ya había logrado salir.
“Sentí un gran alivio cuando supe que estaba bien, respiré lo que pude y me sentí más calmado”, rememoró, describiendo aquel momento como de “desesperación”.
El damnificado confesó sentirse “traumatizado” y afirmó no haber podido conciliar el sueño desde el suceso, al revivir la angustia de aquella noche. Además, señaló que el fuerte olor a humo aún le impide descansar.
No obstante, las cinco familias afectadas por el incendio mantienen la esperanza de que la ayuda prometida empiece a llegar a lo largo de este sábado, ya que, hasta el momento, solo han contado con el apoyo solidario de los vecinos de la comunidad.
Según Javier Lantigua, uno de los damnificados, en la tarde del viernes pasado, se presentaron en el lugar miembros del Plan de Asistencia Social de la Presidencia (PASP) y del Instituto Nacional de la Vivienda (INVI), quienes realizaron un censo de las personas afectadas.
Mientras tanto, los afectados manifestaron que esperan la colaboración de las autoridades y que estas “no los olviden”, ya que una parte de la familia Lantigua dependía de un negocio de comida que fue consumido por las llamas, dejándolos sin su fuente de ingresos.
Las llamas
En la madrugada del viernes, un devastador incendio destruyó alrededor de cinco viviendas en la calle García Copley, en el sector Baracoa, de Santiago, con un total de once personas damnificadas, incluyendo a dos niños menores de cinco años.
El siniestro se desató poco después de las 3:00 de la madrugada, cuando presuntamente un cable del tendido eléctrico se incendió y el fuego se propagó a una de las casas cercanas, alcanzando un pequeño grupo de viviendas.
Cuando llegaron los miembros del Cuerpo de Bomberos, que se habían desviado hacia otro sector, el fuego ya se había expandido, por lo que no pudieron salvar bienes materiales.
Entre las pérdidas se encuentran: mercancía para un negocio de comida rápida, motocicletas utilizadas en el establecimiento, más de 40 periquitos, una iguana y todos los enseres de las cinco familias, que solo se quedaron con la ropa que llevaban puesta esa madrugada.














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