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Los cascos de diseño abierto invaden el mercado: de este modo disfrutas de tu música sin apartarte del planeta

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Lo que empezó como una solución singular, sobre todo para corredores y ciclistas, se ha transformado en un fenómeno en expansión.

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Cádiz (1973). Redactor y editor especializado en tecnología. Escribiendo profesionalmente desde 2017 para diversos medios de difusión y blogs en español.

Los auriculares de diseño abierto (‘open ear’) han evolucionado de ser una rareza a convertirse en una importante corriente dentro del mercado del audio personal. Lo que empezó como una solución singular, sobre todo para corredores y ciclistas, se ha transformado en un fenómeno en expansión. Cada vez más personas desean disfrutar de su música sin aislarse por completo de lo que ocurre a su alrededor. La razón es bastante clara: estos aparatos unen la libertad de percibir el sonido ambiente con el confort y la ligereza que muchos usuarios echaban de menos en los modelos de auricular más convencionales.

La principal diferencia de los auriculares ‘open ear’ frente a los ‘in-ear’ o los de diadema reside en cómo proyectan el sonido. En lugar de insertarse en el canal auditivo o de cubrir la oreja completamente, simplemente se apoyan sobre ella o se sitúan muy próximos, empleando la conducción aérea o incluso la ósea para transmitir el audio. Esto implica que el oído permanece sin obstrucciones, permitiendo oír tanto la música como el entorno inmediato. Se trata de una innovación pensada para aquellos que priorizan la seguridad y la comodidad por encima de un aislamiento sonoro total.

En sus inicios, las primeras versiones no acababan de convencer debido a una notable pérdida de tonos graves o a la falta de claridad en el sonido. Sin embargo, las generaciones más recientes han mejorado considerablemente gracias a la reducción del tamaño de los transductores, el uso de nuevos materiales y algoritmos de compensación de frecuencia que logran una experiencia acústica mucho más balanceada.

El crecimiento en la popularidad de los auriculares ‘open ear’ está estrechamente ligado a las costumbres actuales. Muchas personas los eligen para actividades al aire libre, en el ámbito laboral o incluso en casa, cuando necesitan mantenerse al tanto de su entorno. En el caso de quienes practican deporte, son ideales para sesiones de carrera o ciclismo en áreas urbanas, donde es vital escuchar el tráfico o las conversaciones aledañas.

Adicionalmente, su diseño evita sellar el conducto auditivo, lo que se traduce en una mayor comodidad durante usos prolongados. No generan ni la presión ni el calor típico que los usuarios de modelos ‘in-ear’ tradicionales suelen sentir después de varias horas. También disminuyen el riesgo de infecciones provocadas por la humedad o el uso constante, lo que añade un beneficio extra en materia de salud en la audición.

Uno de los progresos más destacables en esta categoría es la mejora en la fidelidad sonora. Los dispositivos más modernos ofrecen un perfil de sonido más natural, cuyo objetivo es fusionarse con el entorno en lugar de separarlo. Escuchar música mientras se siguen percibiendo los ruidos del ambiente confiere una sensación de realismo y percepción del espacio muy distinta a la que brindan los auriculares habituales.

Los fabricantes también se han esforzado en controlar las fugas de sonido, evitando que el audio se propague y pueda perturbar a las personas cercanas. Esta evolución tecnológica ha sido crucial para que los auriculares de diseño abierto dejen de ser un producto minoritario para convertirse en una alternativa viable para un espectro más amplio de usuarios.

La dedicación de las marcas a este formato subraya su afianzamiento. Huawei abrió camino con sus FreeClip, que se sujetan a la oreja con un diseño minimalista y discreto. JBL continuó con los Endurance Zone, combinando una calidad de sonido superior con resistencia al agua, enfocados en el público deportivo. Sony aportó su visión con los Float Run, diseñados para quienes buscan una ligereza extrema, y Shokz sigue siendo un referente en la conducción ósea con modelos como el OpenFit. Incluso Soundcore ha presentado su propia serie AeroClip y AeroFit, enfocada en la facilidad de uso diaria. Cada marca interpreta el concepto a su modo, si bien todas coinciden en un mismo punto fundamental: la demanda se está incrementando y el público aprecia la posibilidad de disfrutar de la música sin desconectarse de la realidad.

Todo sugiere que los auriculares ‘open ear’ seguirán ganando terreno en los próximos años. Con la integración de nuevas prestaciones de inteligencia artificial y sensores de sonido ambiental, estos dispositivos podrían insertarse aún más en nuestra vida cotidiana, notificando mensajes, llamadas o alertas sin la necesidad de interactuar con el móvil.

Lo que se está buscando actualmente es un punto de equilibrio entre la conexión y la desconexión, entre la tecnología y el bienestar. Los auriculares ‘open ear’ ofrecen una manera distinta de escuchar: más atenta, más segura y, en esencia, más humana.

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