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Miami (EFE).- Unos diez millones de hispanos en Estados Unidos podrían quedarse sin las ayudas de alimentos del Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria (SNAP, por sus siglas en inglés) desde este sábado 1 de noviembre, debido a la escasez de recursos causada por el cese de actividades del Gobierno federal, alertaron agrupaciones civiles.
Los latinos representan casi la cuarta parte del total de 42 millones de personas que reciben asistencia del SNAP, el cual provee alimentos a cerca de uno de cada ocho ciudadanos en la nación, pero el Departamento de Agricultura (USDA, en inglés) comunicó durante el fin de semana que no podrá solventar este esquema si la paralización se extiende en noviembre.
Ante esta situación, las organizaciones Voto Latino, UnidosUS y Latino Victory Project criticaron al Gobierno de Donald Trump en un comunicado unificado por no recurrir a un fondo de contingencia calculado en 6.000 millones de dólares para sufragar el programa.
“Ningún hogar en Estados Unidos debería dudar sobre si podrá llevar alimento a su mesa a causa de un estancamiento político. El SNAP es un soporte vital para cerca de 10 millones de latinos por todo el territorio, brindando apoyo a familias para comprar artículos de primera necesidad, desde fórmulas infantiles y frutas, hasta productos lácteos”, expresaron.
California y Texas, los más impactados
Las regiones con un mayor número de beneficiarios del SNAP son también aquellas con la mayor población latina del país: California, Texas, Florida y Nueva York, según el Center for Budget and Policy Priorities.
El programa SNAP, conocido también como vales o cupones de comida, es uno de los afectados por la clausura gubernamental, que el sábado alcanza su primer mes debido a que los demócratas exigen a los republicanos que incorporen subsidios para la sanidad en el presupuesto.
Un conjunto de 23 estados, junto al Distrito de Columbia, interpusieron una demanda el martes contra la Administración Trump para asegurar el financiamiento de la ayuda alimentaria en noviembre.
El cierre del Gobierno, que “va camino a ser uno de los más prolongados en la historia de Estados Unidos”, ya está generando un “efecto demoledor”, sobre todo para los hogares con menos recursos y las comunidades de minorías que ya enfrentaban la subida de precios de los comestibles, señalaron las agrupaciones hispanas.















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