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Menta y bicarbonato: la dupla natural que higieniza, quita olores y da frescura a tu casa

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La combinación de menta y bicarbonato sódico se ha vuelto una de las soluciones predilectas para quienes buscan opciones ecológicas destinadas al aseo y el bienestar diario.

Este contenido fue hecho con la asistencia de una inteligencia artificial y contó con la revisión del editor/periodista.

La combinación de menta y bicarbonato sódico se ha vuelto una de las soluciones predilectas para quienes buscan opciones ecológicas destinadas al aseo y el bienestar diario. Fácil de preparar y con múltiples aplicaciones, este dúo se destaca por su capacidad para quitar olores, higienizar y dejar una fragancia fresca y natural, según indica The Guardian.

Al machacar hojas frescas de menta junto con bicarbonato y un poco de agua, se obtiene una pasta con cualidades limpiadoras y desodorantes. Usada sobre encimeras, lavabos o superficies resistentes, esta preparación remueve manchas, restos y gérmenes, dejando además un aroma revitalizante. Conforme a Good Housekeeping, la menta potencia el efecto del bicarbonato y extiende la sensación de pulcritud en el entorno.

El bicarbonato, por su parte, opera como un restregador delicado que limpia sin causar daños ni dejar rezagos químicos. El preparado también puede depositarse en recipientes pequeños dentro de alacenas, refrigeradores o zapateros, donde neutraliza efluvios desagradables y mantiene el aire más puro.

Aparte de su funcionalidad en el hogar, la solución diluida sirve como fungicida natural si se pulveriza sobre el follaje de las plantas. La esencia mentolada desalienta plagas comunes y, simultáneamente, el bicarbonato ayuda a nivelar el PH del sustrato, beneficiando el crecimiento de ciertas especies si se aplica con moderación.

La fórmula es sencilla: se procesa una taza de hojas de menta con dos cucharadas de bicarbonato y algo de agua, hasta conseguir una consistencia homogénea. Se puede aplicar directamente en superficies o diluir en agua para usos más suaves. También es útil como ambientador al colocar pequeñas porciones en botes abiertos.

En el aspecto personal, esta mezcla puede utilizarse en un enjuague bucal casero —bicarbonato disuelto en agua templada con unas gotas de aceite esencial de menta— para refrescar el hálito, o en pediluvios que alivian la fatiga y eliminan el mal olor.

Es aconsejable probar la mezcla en áreas reducidas antes de su aplicación completa y evitar su contacto directo con vegetación delicada. Tal como resalta The Guardian, estas formulaciones orgánicas deben verse como un complemento sustentable que ayuda a disminuir el uso de químicos sin mermar la limpieza del hogar.

Debido a su eficacia, bajo coste y respeto por la ecología, la unión de menta y bicarbonato de sodio se establece como una alternativa práctica para convertir la rutina de limpieza en un acto más saludable y consciente.Este texto fue publicado inicialmente en El Día.

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