Actualidad

Asistencia alimentaria en peligro: 42 millones de americanos en duda

8935939368.png
Los usuarios realizan compras en las renovadas instalaciones del Banco de Alimentos de Alameda.

Este contenido fue hecho con la asistencia de una inteligencia artificial y contó con la revisión del editor/periodista.

Los usuarios realizan compras en las renovadas instalaciones del Banco de Alimentos de Alameda. EFE/EPA/John G. Mabanglo

Miami/Los Ángeles/Austin.- La preocupación afecta este sábado a 42 millones de individuos en Estados Unidos — entre ellos, 10 millones de latinos — que dependen del Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria (SNAP, por sus siglas en inglés), ante la incertidumbre de que ese apoyo federal se agote debido a la falta de acuerdo presupuestario causada por el cierre gubernamental.

A pesar de que dos magistrados federales emitieron el vienes por la tarde una orden instando a la Administración del partido republicano a usar fondos de emergencia para mantener las subvenciones, aún no hay certeza sobre si dicho auxilio llegará a distribuirse.

En un comunicado difundido en la plataforma Truth, el presidente Trump señaló que los subsidios se otorgarán solo si obtiene las “indicaciones legales” pertinentes del poder judicial, y advirtió sobre probables demoras.

California, Texas y Florida son las regiones con mayor cantidad de beneficiarios, y un 62 % de ellos son núcleos familiares con menores.

El viernes por la tarde, familias con ingresos limitados y adultos mayores se acercaron con semblante bajo y en silencio a los puntos de distribución de alimentos en Miami, el segundo núcleo urbano más grande de Florida, ante la falta de claridad sobre el futuro de SNAP.

“La gente se siente muy abatida, desanimada y con el ánimo por los suelos”, comentó a EFE Paco Vélez, presidente del banco de víveres Feeding South Florida (FSF). “Desde inicios de octubre hasta ahora, el número de personas que acuden a la despensa se ha duplicado”, afirmó Vélez, máximo responsable de FSF.

Desde que se paralizó el Gobierno federal, FSF ha notado un incremento en la afluencia de gente. “Estamos atendiendo cerca de 150 personas diarias, en comparación con las 80 habituales de los meses recientes”, especificó.

Beatriz, una ciudadana española con larga residencia en Florida, explicó a EFE que la noticia fue “un golpe muy duro para la economía de las personas”, puesto que “el sustento es fundamental y los costos están bastante elevados”.

Para Emilia Ruiz, quien asiste con su cónyuge de forma regular a FSF desde hace un año y medio, “es un anuncio muy desalentador, porque la nación está atravesando grandes carencias. Todos los comestibles han subido de precio, mas los sueldos no”.

Ver también: Ante escasez de alimentos para 3 millones de personas en NY, la gobernadora declara emergencia

Vélez adelantó que ya están expandiendo las dimensiones del “supermercado” del banco de alimentos para poder dar cabida a la nueva oleada de personas que se prevé en las semanas venideras.

En Texas, la entidad Hill Country Community Services también ha visto crecer la concurrencia de individuos en búsqueda de alimentos. Kandy Chimento, directora de servicios, atribuye ese alza al efecto de la inflación y a la inquietud por la paralización de SNAP. En los últimos días, asegura, las consultas telefónicas y visitas sin cita han aumentado en un 50 %.

A Chimento le preocupa que la anulación de este beneficio provoque un efecto encadenado: “Si las personas no reciben SNAP, tendrán que destinar su liquidez a alimentar a sus núcleos familiares, lo que implica que posiblemente ya no podrán afrontar el arriendo y podrían resultar desalojados. La mayoría vive al día”, recalcó.

Su organización, añadió, ya está realizando adquisiciones mayores a lo usual para prepararse ante la posible suspensión de las ayudas federales. No obstante, teme que las donaciones comunitarias también mengüen, ya que “la gente se está viendo forzada a ajustar gastos” ante el encarecimiento de la vida en EE. UU.

En California, el panorama para quienes se benefician de SNAP es aún más apremiante: 5,5 millones de residentes en ese estado dependen de este auxilio alimentario y podrían no recibirlo en noviembre por el cierre del Gobierno.

“No sé cómo vamos a subsistir”, expresó a EFE Ana Lilia García, madre soltera con dos vástagos que reside con su progenitora, una mujer de mayor edad.

Su grupo familiar recibe unos 600 dólares mensuales para la compra de víveres, lo cual le ha permitido sostener su hogar en un modesto apartamento de una habitación.

TRA Digital

GRATIS
VER