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El pelotero dominicano no disimuló su pena al ver cómo se les escurría una victoria que casi aseguraban.
Fue un revés tremendo para los Azulejos de Toronto y Vladimir Guerrero Jr., quienes perdieron el Séptimo Juego de la Serie Mundial. Luego de ir dominando 4-2 tras siete *innings*, el anhelo de los Azulejos se esfumó en los momentos finales. Los Dodgers de Los Ángeles concretaron una épica remontada para alzarse con campeonatos consecutivos.
Toronto controló la mayor parte del encuentro, impulsados por un cuadrangular de tres impulsadas de Bo Bichette y un batazo impulsor de Andrés Giménez que les otorgó una ventaja cómoda. Pero los Dodgers no cedieron. Un vuelacercas solitario de Max Muncy en la octava entrada y otro de Miguel Rojas en la novena igualaron la pizarra a 4-4. En la onceava, Will Smith despachó un batazo de vuelta entera solitario para poner a Los Ángeles al frente por primera vez.
Vladimir Guerrero Jr. ofreció un último rayo de esperanza a Toronto en la parte baja del *inning* extra. Su doble puso la carrera del empate a poca distancia. Sin embargo, la ilusión se truncó cuando los Dodgers completaron una doble matanza para finalizar el partido, dejando a Guerrero varado en la antesala.
Mientras los Dodgers celebraban, las cámaras captaron a Vladimir Guerrero Jr. secándose las lágrimas en el banquillo.
Fue una estampa desoladora para los seguidores de los Blue Jays, quienes se mantuvieron en pie toda la noche alentando a su figura y esperando que pudiera guiar un último levantamiento.
Guerrero Jr. lo entregó todo en esta postemporada. El primera base de 26 años fue el motor de la ofensiva de Toronto, llevando a los Azulejos a triunfar en cada instancia de alta presión durante octubre. Bateó para .397, con un porcentaje de embasado de .494 y un slugging de .795 en 18 choques de postemporada. El All-Star concluyó con ocho jonrones, 15 carreras remolcadas, 13 extrabases y 29 imparables en total, todos récords de la franquicia para una sola postemporada.
Siete meses después de firmar una extensión de contrato por 500 millones de dólares, Vladimir Guerrero demostró por qué los Azulejos apostaron por él a largo plazo. Igualó a Shohei Ohtani como líder de bambinazos en la postemporada de ese año, con ocho. Estableció una nueva marca de jonrones en una sola campaña de *playoffs*. Una y otra vez, conectó hits clave, y lo repitió en la parte baja de la undécima entrada, pero quedó atrapado en tercera base mientras la aspiración de los Blue Jays de acabar con su sequía de 32 años sin título se desvanecía.
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