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El insigne lanzador Clayton Kershaw concluyó su brillante ejecutoria con los Dodgers de Los Ángeles, asegurando su tercer trofeo de Serie Mundial.
Kershaw, considerado el mejor pitcher zurdo de su época, forjó su legado a lo largo de casi dos décadas (18 años) con la escuadra angelina en las Mayores.
El serpentinero siniestro de 37 años había comunicado en septiembre su intención de retirarse al finalizar la presente campaña.
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En su trayectoria de leyenda, Clayton Kershaw acumuló una marca de 223 triunfos y 96 derrotas, con una impresionante efectividad de 2.53 y 3,052 ponches en 455 participaciones para la franquicia de Los Ángeles.
El zurdo se despide del diamante con un palmarés envidiable: tres Series Mundiales ganadas, un galardón MVP de la Liga Nacional y tres premios Cy Young, entre otros reconocimientos.
En su cúspide, entre 2010 y 2015, Kershaw encabezó la Liga Nacional en promedio de carreras limpias (efectividad) en cinco ocasiones, en abanicados tres veces y en victorias dos veces.
Ya se ha labrado un sitio junto a luminarias como Sandy Koufax, Don Drysdale, Don Newcombe y Fernando Valenzuela como uno de los grandes tiradores que portaron el uniforme azul de los Dodgers.
Además, el once veces All-Star iguala a Zack Wheat y Bill Russell como los peloteros con más tiempo militando para los Dodgers. Kershaw también se coronó en las Series Mundiales de 2020 y 2024.
Kershaw protagonizó una de las campañas de pitcheo más memorables de la historia en 2014, con registro de 21-3, 1.77 de efectividad y 233 strikeouts, méritos que le valieron los premios Cy Young y Jugador Más Valioso de la Liga Nacional.
Presenta un récord vitalicio de 222-96 y 15 blanqueadas, la cifra más alta entre los lanzadores activos en las Grandes Ligas. Su único no-hitter (juego sin hits ni carreras) lo lanzó en junio de 2014 contra Colorado.
Su ERA de 2.54 es la más baja registrada por cualquier pitcher en la “pelota viva” (era moderna) desde 1920, y su porcentaje de triunfos supera a todos los que han alcanzado 200 victorias desde 1900.
Desde su debut, ha sido sinónimo de firmeza y excelencia, mostrando gran poder desde el montículo. Su dominio del encuentro y su amor por el deporte lo han convertido en un ídolo de la fanaticada.
Cabe recordar que el tricampeón del Cy Young tuvo una intervención fundamental desde el bullpen en la duodécima entrada del Juego 3, una victoria sufrida por 6-5 tras 18 emocionantes episodios.
“Eso no se puede planificar. Estoy agradecido de haber podido salir y conseguir ese último out”, comentó. “Fue fabuloso”.
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