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Era previsible que el Liverpool de este martes no se asemejara al de sus recientes derrotas ante Brentford, Chelsea, Manchester United, Galatasaray y Crystal Palace (tres veces).
Los conjuntos grandes suelen resurgir ante la adversidad, y el Liverpool asfixió al Real Madrid, impidiéndole generar juego en ataque y solo permitiéndole resistir hasta que se agotaron los prodigios de Thibaut Courtois.
El meta belga, con atajadas decisivas que recordaron su exhibición en la final de 2022 —quizás la mejor de un guardameta en una final de Champions—, neutralizó el ímpetu de un Liverpool superior que merecía el gol.
En la primera mitad, Courtois desvió un remate a quemarropa de Szoboszlai desde el área chica y otro tiro potente desde el borde del área, que repelió con un manotazo. A estos dos sustos se sumó una posible mano de Aurélién Tchouaméni que el árbitro anuló tras revisión en el VAR.
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El descanso, lejos de ayudar a los entrenados por Xabi Alonso a reajustar su juego, avivó a los *reds*, quienes lanzaron tres serias amenazas en poco más de un minuto. Courtois se lució con dos intervenciones ante cabezazos de Van Dijk y Ekitike, y el holandés tuvo una tercera que rozó el poste de la portería defendida por el belga.
Se intuía que el gol estaba cerca, y el fútbol, siendo a veces tan caprichoso, lo propició de la manera más inesperada. Con defensas altos como Konaté, Van Dijk y Ekitike, el receptor de un centro lateral de Szoboszlai fue el jugador del Liverpool más bajo junto a Wirtz, Alexis Mac Allister.
El argentino, quien ya le marcó a los merengues el año pasado, rompió el empate. Se desmarcó de su marca y conectó un cabezazo ante el cual Courtois no pudo reaccionar. Era un tanto merecido y casi necesario para que el Real Madrid reaccionara, pero este nuevo formato tiene estas cosas. Una caída de esta índole en Anfield apenas afecta el resultado global, solo daña la moral.
Kylian Mbappé, el más incisivo en ataque junto a un Vinícius Júnior bien controlado por el aplicado Conor Bradley, pudo igualar el encuentro en los minutos finales con un estupendo tiro a bote pronto que se marchó fuera del arco de Mamardashvili.
Xabi intentó dinamizar el encuentro con la entrada de Rodrygo Goes y de un Trent Alexander-Arnold que se llevó la bronca de la noche. La hinchada local, además, respondió a su sustitución coreando el cántico en honor a Steven Gerrard, en clara alusión a una de las leyendas del club que optó por rechazar al Real Madrid y permanecer en Anfield.
Y con esa impresión se marcharían muchos de los 60.000 asistentes en Anfield. “Te equivocaste, Trent”, pues el Liverpool sigue siendo un coloso y porque perdiste en tu primera visita a Anfield como oponente.
Courtois, con otra parada espectacular ante Gakpo, evitó que se repitiera el marcador del año anterior.
La derrota, pese a todo, no es catastrófica, ya que el Real Madrid acumula nueve puntos de doce posibles. El Liverpool ostenta los mismos puntos, pero ha lanzado un mensaje contundente y ha recobrado la confianza necesaria tras sumar solo dos triunfos en sus últimos ocho encuentros. Además, este domingo visitará al Manchester City.
1 – Liverpool: Mamardashvili; Bradley, Konaté, Van Dijk, Robertson (Kerkez, m.88); Gravenberch, Mac Allister (Jones, m.78), Szboszlai; Salah, Ekitike (Gakpo, m.79) y Wirtz (Chiesa, m.88).
0 – Real Madrid: Courtois; Valverde (Díaz, m.90), Militao, Huijsen, Carreras; Camavinga (Rodrygo, m.69), Tchouameni, Bellingham; Vinícius, Güler (Alexander-Arnold, m.81) y Mbappé.
Gol: 1-0, m.61: Mac Allister.
Árbitro: István Kovács (Rumanía). Amonestó a Mac Allister (m.52) por el Liverpool y a Vinícius (m.23), Huijsen (m.46+), Bellingham (m.60), Carreras (m.95) y Xabi Alonso (desde el banquillo, 95) por el Real Madrid.
Detalles: Partido correspondiente a la cuarta jornada de la Liga de Campeones disputado en el estadio de Anfield (Liverpool).
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