Salud

Hay tres centros hospitalarios en la nación aptos para ejecutar trasplantes de vísceras de donantes cadavéricos

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Una persona puede otorgar vida incluso tras su deceso mediante la entrega de órganos.

Este contenido fue hecho con la asistencia de una inteligencia artificial y contó con la revisión del editor/periodista.

Santo Domingo. – Una persona puede otorgar vida incluso tras su deceso mediante la entrega de órganos. No obstante, la República Dominicana aún afronta obstáculos para efectuar este proceso, debido al temor, la escasez de información y la indiferencia de la ciudadanía.

En el país existen registros de intervenciones de trasplante desde el año 2007, y desde entonces, al menos tres centros hospitalarios poseen las condiciones, tanto técnicas como de personal, para llevarlas a cabo.

Así lo manifestó el doctor José del Carmen Caraballo, responsable del Área de Enlace Hospitalario del Instituto Nacional de Coordinación de Trasplantes (Incort), quien durante el Encuentro Frecuente del Consorcio de Medios Corripio, señaló que la Plaza de la Salud, el Centro de Cardiopatías, Neurociencias y Trasplantes (Cecanot) y el Hospital Metropolitano de Santiago (HOMS) están capacitados para efectuar trasplantes con órganos de personas fallecidas.

Al expirar, un individuo puede preservar y mejorar la existencia de otros mediante la donación de su corazón, pulmones, hígado o páncreas. A pesar de ello, en contraste con otras naciones, en República Dominicana existe una baja cultura de donación.

Conforme a lo expresado por el doctor José Juan Castillo Almonte, director del Incort, hasta octubre del presente año, alrededor de 530 personas aguardaban por un riñón, y en 2024 solo se anotaron 24 donaciones.

Este es uno de los motivos por los cuales, según indicó el facultativo, las defunciones derivadas de la hemodiálisis persisten elevadas.

“Siendo conservadores, se estima que unas 200 personas por cada millón de habitantes necesiten tratamiento de diálisis. Esto significa que anualmente, considerando que somos entre 10 y 11 millones de habitantes, deberían sumarse entre 2,000 y 2,200 nuevos casos a la terapia de diálisis crónica, aquella que exige sesiones tres veces por semana”, detalló Castillo Almonte.

A menos que se trate de una situación de máxima prioridad, es decir, un paciente que requiere urgentemente un reemplazo orgánico para sobrevivir, al buscar un órgano, el elegido es usualmente uno de los diez primeros en la lista de espera.

Sin embargo, el doctor del Carmen Caraballo especificó que los posibles beneficiarios también deben someterse a pruebas de compatibilidad para ser considerados aptos. Además, sus rangos de edad no deben ser muy dispares con los del donante.

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