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La entereza anímica, la rigurosidad y el fervor que aún profesa por un deporte que le ha permitido mejorar la calidad de vida suya y de su núcleo familiar, son su sustento para seguir luchando.
Un total de seis intervenciones quirúrgicas en la rodilla izquierda, una en la derecha y otra en el tendón de Aquiles no han mermado la capacidad de Cándida Arias para competir con “Las Reinas del Caribe” en diversas contiendas olímpicas, la Liga de Naciones, ni para ser contratada por los circuitos más importantes a nivel mundial.
La bloqueadora central de 33 abriles ha debido convivir con los percances médicos, el malestar corporal y la ansiedad que estos acarrean. Frecuentemente, la han sorprendido en su cúspide de rendimiento con el equipo mayor nacional.
En cada ocasión ha experimentado el sufrimiento plenamente, no solo por la dolencia inicial, sino también por el extenso proceso que le aguarda, el cual incluye operaciones, numerosas sesiones de fisioterapia, largas jornadas en el gimnasio, incluyendo levantamiento de pesas para reforzar la extremidad afectada, y el regreso al terreno de juego para progresivamente recuperar el nivel exigido por la alta competición.
“Cándida es una joven que siempre ha demostrado ser muy trabajadora, muy aplicada en su labor, una atleta con mucha tenacidad”, destacó Marcos Kweik, timonel del combinado nacional, al referirse a la luchadora deportista.
Kweik tomó como ejemplo el reciente contratiempo de Arias, quien asumió el rol tras el retiro de Annerys Valdez en 2022, en una posición que demanda desplazamientos laterales continuos y saltos. Esto sucedió el pasado junio en Estambul, Turquía, mientras el elenco participaba en la segunda fase de la Liga de Naciones.
Esta vez, se trató de un desgarro en el tendón de Aquiles de su pierna derecha.
“Una lástima porque estaba mostrando un buen nivel, pero ella jamás se da por vencida, es una persona muy esforzada que sabe lo que busca.
Un factor que favorece el retorno de “Yaguate”, como cariñosamente la llaman debido a su lugar de nacimiento en ese municipio de San Cristóbal, es que la selección hará una pausa hasta junio del año entrante.
“La estamos esperando”, aseveró el experimentado estratega brasileño, quien no duda de que ella volverá al nivel habitual.
Actualmente, se encuentra en un programa de recuperación física y se prevé que en unas cinco o seis semanas podría reincorporarse a la cancha, donde de nuevo tendrá que esforzarse el triple o cuádruple que sus compañeras.
La fortaleza mental de la experimentada atleta de seis pies y dos pulgadas de estatura es tan grande que la idea del retiro jamás ha rondado su mente, una decisión que muchas habrían tomado con menos experiencias adversas.
“Yo misma en ocasiones me digo ‘guau’, soy una triunfadora porque no todo el mundo posee la constancia, ya que esto se trata de tener firmeza, la garra mental porque hay momentos complicados”, enfatiza “Yaguate” con una fe inquebrantable.
“Eso es sumamente crucial. Todo reside en tu psique”, afirmó, consciente de que no todos encuentran un trayecto fácil hacia el éxito. El suyo ha estado plagado de escollos que ha tenido que sortear.
Arias, quien ha tenido participaciones destacadas en las ligas de Italia, Rusia y Turquía, además de la peruana, ha dejado de percibir ingresos significativos a causa de las lesiones.
“Sí, he sacrificado mucha remuneración, bastante en verdad, porque es notorio que siempre he estado entre las mejores centrales, a pesar de toda mi coyuntura”, comentó.
Sin embargo, el tiempo inactivo en el campo de juego lo ha invertido en el ámbito del conocimiento, ya que lo ha aprovechado para avanzar en la carrera de Licenciatura en Educación Física en la Universidad Autónoma de Santo Domingo, la cual está muy cerca de finalizar.
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