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Santo Domingo.- Por temor a que suceda una catástrofe parecida a la del Jet Set, debido al continuo deterioro que presentan varias escuelas de la zona, la filial de la Asociación Dominicana de Profesores (ADP) en Boca Chica comunicó que mantiene la suspensión de clases, iniciada el lunes pasado en 55 centros educativos.
Leandro Jiménez, dirigente del gremio en ese municipio, explicó que todavía no han alcanzado un acuerdo con la Dirección de Infraestructura Escolar del Ministerio de Educación, y determinarán este jueves si continúan la paralización de las actividades lectivas, que afecta a unos 43 mil alumnos entre las 8:00 a.m. y las 10 de la mañana, así como si optan por la enseñanza virtual en los recintos que representan un peligro.
Entre los establecimientos con daños más notorios, acentuados por las lluvias recientes de la tormenta Melissa, mencionó la José Francisco Peña Gómez, cuyo techo necesita ser demolido; la Eladio Antonio Aquino Rojas, donde los salones del tercer nivel son inhabitables; el Centro Educativo Formerio Rodríguez, que acumula agua por filtraciones en el techo al llover, y la Camila Henríquez, por donde el agua se cuela libremente a través del techo.
“Hubo un encuentro infructuoso con los funcionarios de Educación, representados por Carlos Martínez (responsable de Empoderamiento Social de la Dirección de Infraestructura Escolar), en el que la comunidad de ADP tenía esperanzas de que comenzarían las labores de inmediato, pero no se llegó a un consenso ya que él se retiró abruptamente de la reunión”, señaló el líder sindical.
Reiteró que no les ofrecieron respuesta a sus peticiones y les comunicó que no tenía nada que discutir con ellos, a pesar de ser los responsables de actuar dado que la condición de los planteles ha empeorado en los últimos días.
“Existen condiciones de riesgo total tanto para los estudiantes como para los docentes, con ambientes húmedos, filtraciones y, en ciertos casos, desprendimientos del techo”, significó Jiménez, indicando que su única solicitud es que se inicie la reparación en esas instalaciones y que se finalice la construcción de unas 20 a 30 aulas que llevan más de un año detenidas.
Como consecuencia de esta situación, el Gobierno tuvo que contratar centros privados para acoger a más de 5 mil alumnos al comienzo del presente ciclo escolar que no encontraron cupo en el sistema público.
“No queremos que ocurra lo peor, como sucedió en la icónica discoteca El Jet Set”, agregó Jiménez, especificando que hay escuelas donde caen fragmentos de cemento del techo, como la San Rafael y la Eladio Aquino. “Nos reuniremos con el Comité Municipal para decidir qué hacer, y por ahora mantenemos la suspensión de clases; decidiremos si la intensificamos o no”, precisó Jiménez.
