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ESTADOS UNIDOS, 11 de noviembre de 2025.- El mandatario estadounidense, Donald Trump, acogió en la Casa Blanca a su par sirio, Ahmed Al Sharaa, un antiguo luchador opositor que fue apresado por tropas de EE. UU. en Irak en 2005 debido a sus conexiones con Al Qaeda y a quien ahora Washington califica como “un dirigente con temple”.
Al Sharaa, quien encabezó un frente rebelde de grupos islamistas que derribó a Bashar al Asad el pasado diciembre, es el primer jefe de Estado de Siria que visita la Casa Blanca desde que la nación se independizó en 1946.
“Me agrada”, manifestó Trump tras la reunión, que tuvo lugar a puertas cerradas. Añadió que desea que Siria alcance un estatus de “gran prosperidad” luego de 14 años de conflicto bélico y que Al Sharaa “tiene la capacidad de conseguirlo, de verdad lo pienso”.
Trump y Al Sharaa — quien en el pasado tuvo lazos con Al Qaeda y por quien se ofrecía una recompensa de 10 millones de dólares — se vieron por primera vez en mayo en Arabia Saudita.
Supuso el primer acercamiento formal entre Estados Unidos y Siria desde el año 2000, época en la que el entonces presidente Bill Clinton sostuvo un encuentro con Hafez Assad, progenitor de Bashar Assad.
Un alto cargo al tanto de las gestiones gubernamentales señaló que la adhesión de Siria al frente internacional que combate al Estado Islámico facilitará la colaboración más estrecha con las tropas norteamericanas, a pesar de que el nuevo ejército sirio y las Fuerzas Democráticas Sirias ya estaban enfrentando a esa organización.








