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Investigación pone de manifiesto peligros climáticos que acechan a millones en la zona
BÉLEM, Brasil.- Un novedoso análisis presentado este martes durante la Conferencia de la ONU sobre el Cambio Climático de 2025 advierte que 267 millones de individuos y alrededor de 5.000 centros hospitalarios de urgencia en Latinoamérica y el Caribe están expuestos a al menos un peligro natural significativo.
El trabajo, denominado “Información Demográfica para Futuros Preparados ante el Peligro”, fue elaborado por el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), la Oficina de las Naciones Unidas para la Disminución del Riesgo de Catástrofes (UNDRR), la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y el Programa de Cirugía Global y Cambio Social (PGSSC) de la Facultad de Medicina de Harvard. Constituye la primera revisión regional que mapea simultáneamente la exposición de la población y de los servicios de emergencia hospitalaria a múltiples amenazas naturales.
Los hallazgos son preocupantes: el 41 % de los habitantes y el 37,5 % de los hospitales de emergencia de la región se sitúan en áreas de riesgo moderado a alto.
“Nos enfrentamos a peligros ambientales cada vez mayores, y la información demográfica resulta fundamental para mitigar el efecto de estas amenazas y salvaguardar a los más frágiles”, señaló Susana Sottoli, directora zonal del UNFPA. “Cuando los desembolsos para el desarrollo ignoran los riesgos, pueden exacerbar las fragilidades e incrementar los costes a largo plazo”, agregó.
El documento recalca que disponer de datos certeros sobre quién está en peligro, dónde reside y cuáles son sus requerimientos permite enfocar mejor los capitales públicos en sistemas de alerta temprana, infraestructura sanitaria y planificación urbana adaptable.
Conforme a los patrones subregionales, el Caribe sufre una exposición casi total a ciclones tropicales, Centroamérica y las naciones andinas muestran un alto peligro de temblores, y ciertas zonas de Sudamérica están particularmente vulnerables a crecidas de ríos. Estos riesgos se agudizan con la acelerada urbanización, el deterioro ambiental y la variación climática.
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“Para transitar de la respuesta a la previsión, precisamos una comprensión anticipada del riesgo de desastres”, indicó Nahuel Arenas, responsable regional de la UNDRR. “Solo mediante una planificación fundamentada y enfoques centrados en las personas podremos cimentar una verdadera capacidad de recuperación”.
La directora de programas del UNFPA, Julia Bunting, resaltó que el estudio ofrece por primera vez una perspectiva global de los colectivos más desprotegidos y de los servicios médicos vitales:
“Con esta presentación, cambiamos la dinámica y colocamos a la gente en el foco de la planificación del riesgo de desastres”.
El texto también alerta sobre las consecuencias desiguales para mujeres y jóvenes. Los eventos naturales adversos y las crisis climáticas interrumpen el acceso a métodos anticonceptivos, partos seguros y servicios de protección contra la violencia de género, lo que puede recrudecer situaciones de maltrato en el hogar, ataques sexuales e infantiles nupcias.
Actualmente, Cuba y El Salvador ya implementan el modelo ideado en esta investigación para incorporar indicadores de vulnerabilidad —como el acceso a la salud sexual y reproductiva— en sus evaluaciones nacionales de peligro. México y Brasil están próximos a hacerlo, con el respaldo del Fondo de Inversión Estratégica del UNFPA y Bayer AG.
Los autores del informe argumentan que esta herramienta proporciona una base firme para diseñar políticas de reducción del riesgo de catástrofes, proteger vidas humanas y guiar las inversiones en sistemas de salud resilientes por toda la región.
