Salud

La mente igual llega a agotarse: la razón por la cual debes hacer pausas periódicamente

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Pero la pausa aporta vitalidad", comenta.

Este contenido fue hecho con la asistencia de una inteligencia artificial y contó con la revisión del editor/periodista.

Los descansos activos no solo disminuyen la tensión, sino que también optimizan la capacidad de decisión y la memoria.

Santo Domingo.- Si llevas una hora frente a la pantalla sin moverte, este es tu aviso: haz una interrupción. Levántate, estírate, da una vuelta, conversa con alguien. No hay problema en desconectar unos instantes; de hecho, esta acción podría ser una de las mejores resoluciones para tu salud mental.

De acuerdo con la psicóloga Alma Martínez de Salazar, presidenta de la Asociación Española de Psicología Clínica y Psicopatología (AEPCP), tomar pequeñas pausas a diario es crucial para mermar el agobio y conservar el equilibrio anímico.

“Las transformaciones sociales y tecnológicas avanzan a tal velocidad que nos fuerzan a seguir ese compás. Pero la pausa aporta vitalidad”, comenta.

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El organismo y la psique son un conjunto. Así como las fibras musculares se agotan tras el esfuerzo físico, el cerebro también se fatiga tras un periodo de concentración sostenida.

Martínez explica que, después de unos 90 minutos de atención ininterrumpida, la capacidad de enfoque decae, aumentan los fallos y se disparan los niveles de cortisol, la hormona del estrés.

“En ese momento experimentamos mayor rigidez, impaciencia o aprensión”, indica.

Si este ciclo no se detiene, sobreviene el círculo vicioso del desgaste: más cansancio, más equivocaciones, más agobio. Las secuelas pueden ir desde olvidos y dificultad para juzgar, hasta molestias físicas como cefaleas, tensión muscular o malestar estomacal causados por la fatiga mental.

No se precisan grandes modificaciones para atender a tu mente. Martínez sugiere acciones sencillas pero constantes:

“Podemos ir integrando pequeñas rutinas beneficiosas en nuestra vida diaria”, resalta la experta. “Detenerse un poco no es malgastar el tiempo, sino ganar bienestar”.

La psicóloga alerta que el ritmo acelerado no solo afecta a los adultos. Muchos niños y niñas afrontan jornadas más largas que sus propios progenitores: estudios, tareas y actividades extracurriculares sin espacio para el reposo.

Martínez hace un llamado a los padres para que no saturen los horarios de sus hijos y les devuelvan el tiempo para el juego libre.

“El esparcimiento es esencial para el desarrollo psicológico, afectivo y social. No puede desaparecer de sus existencias”, asevera.

Hoy, lamenta, es común observar parques vacíos o canchas sin presencia infantil. Y esa visión nos debería hacer reflexionar.

Cada vez más figuras públicas, deportistas y artistas anuncian retiros temporales para priorizar su salud mental. Y si bien la psicóloga ve esto como algo positivo, subraya lo que este patrón evidencia:

“El mensaje subyacente es preocupante. Personas que adoran su labor llegan a un punto de agotamiento tal que ni siquiera pueden disfrutarla. Es necesario cuestionarse: ¿qué clase de sociedad estamos edificando?”.

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