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La labor artesanal dominicana es un reflejo de la trayectoria y la pluralidad que se originó con los primeros habitantes de la isla; es la herencia de la cultura taína, sumada a la de los españoles y los africanos.
Conforme a registros históricos, los taínos fueron hábiles artesanos que nos legaron sus signos a través de objetos inspirados en su mitología, rituales y usos. Acerca de la artesanía dominicana, el sociólogo e investigador dominicano Dagoberto Tejeda Ortiz sostiene que es la creación artística de artículos, elaborados con diversos materiales, formas, simbolismos y significados que manifiestan, de forma explícita o implícita, la identidad nacional.
El folclorista oriundo de Baní detalla que estos artículos pueden ser ornamentales, para uso personal o para el quehacer diario, y algunos pueden llegar a ser bienes nacionales, como el ámbar y el larimar.
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Respecto a cómo identificar las piezas genuinas de la artesanía dominicana, Tejeda Ortiz señala que existe gran dificultad para distinguirlas, especialmente al comprarlas, porque “un lugar son los puntos de producción y otro son los sitios de comercio, a los cuales no les interesa lo dominicano, y donde se hallan imitaciones artesanales de otras naciones, como China, algunas de ellas con la etiqueta ‘hecho en Dominicana’ o réplicas de artesanías con identidades locales auténticas, como ‘las muñecas sin rostro de Moca’ que se fabrican en San Juan de la Maguana como si fueran de Moca, normalmente perjudicando la calidad”.
En cuanto al sitio para adquirir auténtica artesanía dominicana en la República Dominicana, indica que “como no hay interés en dar a conocer esto para la comercialización, no existe un listado nacional donde localizar la artesanía dominicana verdadera. Ni los particulares, ni el Ministerio de Cultura o el de Turismo se han ocupado de ello. ‘El todo incluido es la prioridad'”.
Sin embargo, menciona que en los comercios pequeños, en talleres privados en los pueblos, como por ejemplo en Moca, sí se encuentran piezas artesanales dominicanas auténticas. Hay creadores de mobiliario singular utilizando recursos no industriales que son verdaderos maestros, artistas excepcionales.
Sobre los materiales más representativos empleados en la artesanía dominicana, Dagoberto Tejeda especifica que depende del tipo de artesanía elaborada, de la zona, de la disponibilidad de los recursos y su ubicación, indicando que “una cosa es obtener la materia prima (minas, por ejemplo) y otra es su transformación en expresión artística, como sucede con el ámbar y el larimar.
Asevera que las joyas hechas con estas piedras preciosas, compradas en talleres originales, tienen la seguridad de haber sido extraídas en las minas de República Dominicana, donde los materiales son trabajados con arte por manos dominicanas, lo cual certifica su origen dominicano.
Respecto a la contribución de la artesanía a la economía, Tejeda Ortiz comenta que las cifras son poco conocidas. “Yo no las manejo, y las que he escuchado sin verificar, son dudosas”.
En esta vertiente, Comercio Cooperativo Manos Dominicanas, adscrito al programa social gubernamental Supérate, que encabeza Esther Castillo, reporta en su último informe cubriendo el periodo de agosto de 2020 a junio de 2024, ingresos para sus artesanos por un total de RD$45,515,515.47.
Este organismo dedicado al ámbito artesanal existe desde 2011, y actualmente agrupa a 1,944 artesanos, siendo 1,018 mujeres y 926 hombres, según su directora Esther Castillo.
Castillo resalta que las creaciones de los artesanos del programa siempre ponen de relieve la dominicanidad, con piezas hermosas e innovadoras, que van desde imanes de madera hasta lámparas hechas con lila, esteras de fibra de plátano, además de grecas y jarritos decorados con los colores emblemáticos dominicanos.
“Nuestros artesanos también confeccionan cucharas de guayacán y cuencos de coco, bolsos de lila, guano, cana, resina y nácar; llaveros de madera y resina pintados, de coco, yute, porcelanicron, cuerno, muñecas de tela, cajas para lustrar zapatos de madera con motivos dominicanos; también figuras de barro, porcelanicron, cuerda, tela, higüero, cana, bisutería en larimar, ámbar, plata y goldfield, pilones, posavasos de madera pintados, artículos de bambú, y muy notablemente plástico y asta de vaca entre otros diversos materiales reutilizados”, explica Castillo.
Señala que los productos elaborados por los artesanos del programa se exhiben para venta en cuatro locales: uno en la Atarazana, otro en la Lotería Nacional, en el Edificio San Rafael y en la plaza Sambil, además de estar disponibles en diversos hoteles del país y en presentaciones de FITUR.







