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Si eres aficionado al romance, es probable que te haya ocurrido: es difícil hallar nuevas cintas que de verdad te cautiven sin recurrir a esos mismos títulos consagrados con desenlaces felices asegurados.
Pero *El otro París*, que se puede ver en Netflix, podría ser una de esas excepciones. Posee una narrativa que de inicio parece obvia (chica conoce chico, surge la chispa, hay malentendidos y un cierre amoroso estupendo), pero en el transcurso ocurren giros inesperados, y acabas sonriente, suspirando y sintiendo mariposas en el estómago al igual que el personaje principal.
La trama se centra en Dawn, una joven tejana sin complicaciones, apasionada del arte, cuyo anhelo es formarse en París, Francia. Fue admitida en una academia de renombre, mas no consigue la beca para sufragar sus costos. Y justo cuando su aspiración parece venirse abajo, el azar (y la televisión) le conceden una vuelta del destino.
No obstante, cuando por fin accede al programa, descubre que su destino no es París, Francia… sino Paris, Texas… y como diría Terry Crews en *¿Y dónde están las rubias?:* “¡Qué bajón, qué traición, colega!”.
Pero allí se halla de nuevo con el atractivo y cotizado protagonista, Trey, un *cowboy* seductor que pone a prueba todas sus estrategias. Su único objetivo era ser expulsada pronto para hacerse con su parte del premio, pero el sentimiento, como es sabido, no siempre obedece al libreto.
*El otro París* mezcla comedia, instantes románticos y grandes revelaciones, ofreciendo un cierre que no defrauda y te deja con una mueca genuina.
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