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La urbe principal de Haití, Puerto Príncipe, padecía ayer, martes, una escasez considerable de energía eléctrica, atribuida al destrozo intencionado y constante de postes de transmisión por parte de malhechores y a la inactividad desde hace meses de la hidroeléctrica más importante de la nación, según comunicó la compañía estatal de electricidad, Électricité d’Haiti (EDH).
“La drástica restricción que experimentamos ahora en el abasto energético se debe en gran medida a la interrupción imprevista de la represa hidroeléctrica de Péligre”, según una nota de la firma difundida en la plataforma X. Esta suspensión “es seguida por el ataque deliberado a cinco soportes de la línea de alta tensión de 115 kV suscitado el 17 de junio pasado”, continuaba el texto.
De acuerdo con EDH, a estos elementos se añade la coyuntura de la sociedad privada E-Power, la cual, al enfrentar serios tropiezos técnicos, solo puede aportar la tercera parte de su potencial productivo, lo que equivale a menos de diez megavatios.
Para la empresa de energía pública, todos estos contratiempos demandan arreglos significativos, una coordinación logística extensa y tiempo para proponer remedios e implementos correctos.
Forzada a operar con déficit, EDH señaló que la provisión extremadamente limitada en ciertas partes del radio urbano de Puerto Príncipe obedece a la fragilidad de la red desde que Péligre fue clausurada y a la insuficiencia de los generadores de la firma particular E-Power, cuyo tamaño resulta insuficiente.
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