Este contenido fue hecho con la asistencia de una inteligencia artificial y contó con la revisión del editor/periodista.
Los residentes del área indican llevar más de dos décadas soportando idénticas circunstancias. Exponen que, a pesar de múltiples quejas presentadas ante los entes competentes, no han recibido el apoyo esperado.
Ellos señalan que el camión de recolección de desechos no ha pasado desde la semana pasada, recordando que antes tenían servicio programado para los miércoles y viernes. “El camión de basura pasaba dos veces por semana, pero ahora desconozco qué ocurre que no está viniendo”, comentó Ana María Santos, habitante del lugar.
Mencionó que el principal tormento es el agua estancada en las calles debido a la falta de drenajes. “Siempre ha sido de esta forma, estamos desamparados”, lamentó.
Los vecinos se han visto forzados a aceptar la realidad de ver desechos sólidos acumulándose a diario en las esquinas de sus comercios y hogares, producto de las ausencias continuas del servicio de recolección. Cuando se les confronta directamente, los recolectores justifican su falta con excusas de “camiones averiados”.
La esperanza de los residentes de Villa Linda se desvanece. Perciben un abandono por parte de las autoridades, quienes solo aparecen por el barrio durante las épocas electorales.
Víctor Bencosme, morador de esta comunidad, comentó que la directiva vecinal ha expresado su descontento al Ayuntamiento y al alcalde municipal, Junior Santos, pero no han visto acciones concretas de parte de los funcionarios. “Uno se ha quejado, pero no nos hacen caso”, señaló Lolis, encargado del colmado González.
Esto ha provocado que la gente busque soluciones por cuenta propia ante la acumulación de basura, transportando las bolsas en vehículos y desechándolas en otros sitios donde sí hay servicio de recolección.
De lo contrario, optan por guardarlas dentro del sector a la espera de que el camión finalmente acuda.
Con gran desesperación, el dueño del colmado J, el señor Juan Mordán, expresó: “El agua nos tiene sumergidos desde hace 30 años”, asegurando que su negocio se anega cada vez que llueve.
Los ancianos y los niños son motivo de gran inquietud. Cuando llueve, las arterias se inundan, creando lodo y peligro para los más frágiles, como ocurrió la semana anterior con la tormenta Melissa. “Un señor mayor me relató anoche que se cayó al intentar cruzar, pues llovió intensamente anteayer”, relató Gabriela Faña.
Un conductor que transita por la zona indicó que desplazarse por esa ruta es complicado: “Sales de un bache, caes en una cuneta, sales de la cuneta y caes en otro hoyo”, describió.
“Cuando llueve, eso se inunda a tal punto que ahoga cualquier vehículo”, afirmó.
Rafael Arquímedes, habitante de Villa Linda, lamentó: “A veces viene el síndico y da una simple charla, pero todo se queda en palabras, nada más”.
Asimismo, añadió que “es lamentable y vergonzoso” que sigan votando por síndicos y políticos que los mantienen en un caos constante, haciendo notar que la situación no mejora a pesar de los cambios en la administración.














Agregar Comentario