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“Consideré Puerto Rico, tengo conocidos allí, y también evalué la Liga de Otoño de Arizona, más enfocada en jóvenes prospectos. Pero al final, decidí venir acá”, afirmó con énfasis el pelotero.
“Indudablemente hay un nivel muy alto. Hay mucho talento. Por eso opté por estar aquí”.
Así se manifestó el jardinero de los Marlins de Miami y de los Tigres del Licey, Griffin Conine, respecto a la Liga de Béisbol Profesional de la República Dominicana (Lidom), señalando que eligió jugar en este país por encima de otras ligas.
Conine indicó que, antes de decidirse por la pelota de invierno dominicana, también sopesó actuar en Puerto Rico y en la Liga de Otoño de Arizona.
“Pensé en Puerto Rico, tengo contactos allá, y también tomé en cuenta la Liga de Otoño de Arizona, que es más para talentos emergentes. Pero finalmente opté por venir aquí”, declaró enfáticamente el jugador estadounidense, en entrevista con LISTÍN DIARIO.
Otro factor que le motivó a venir a la República Dominicana fue la pasión de la afición local, además de las sugerencias de algunos de sus compañeros de Miami.
“Sí, todos me comentaron que me encantaría. Que los encuentros son muy vibrantes y que los seguidores son sumamente fervorosos. Todos resaltan la efervescencia en los parques, el ambiente sonoro, y a nosotros como jugadores eso nos agrada mucho”, comentó.
Conine también dejó entrever su gusto por las rivalidades históricas, mencionando la más grande contienda deportiva en República Dominicana.
“Las rivalidades, como contra las Águilas, son muy entretenidas. Son esos partidos donde cada lanzamiento cuenta y se siente que todo el público sigue cada jugada”, expresó.
Conine ya no seguirá con los Tigres del Licey. En nueve partidos, el jardinero registró un promedio de bateo de .188, remolcó tres carreras y se adueñó de una base.
Fuera del diamante, Conine se ha distinguido por su labor social.
La campaña anterior fue el jugador postulado por los Marlins al Premio Roberto Clemente, reconocimiento que exalta a los deportistas que mejor representan las virtudes humanitarias y el servicio comunitario.
“Fue un inmenso honor. Para mí es especial porque juego para los Marlins, me crié en el sur de Florida, y me siento agradecido con la comunidad que me formó”, sentenció.
Griffin también subrayó la influencia que su padre, el exjugador Jeff Conine, ha tenido en esa faceta de su vida.
Detalló que su progenitor organiza un torneo de golf con fines benéficos desde hace más de 30 años, con el cual ha reunido más de ocho millones de dólares para apoyar a familias con niños hospitalizados.
“A través de su entrega desinteresada, su energía inagotable y su genuina conexión con el sur de La Florida, Griffin Conine encarna el legado perdurable de Roberto Clemente, lo que lo posiciona como un merecido aspirante al Premio Roberto Clemente 2025”, se leía en una parte de la reseña de las Grandes Ligas sobre las acciones comunitarias del jugador del Licey.















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