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Las fuerzas policiales de Haití se enfrentaron a agrupaciones delictivas desde la noche del jueves hasta el viernes en una acción que culminó con el fallecimiento de siete miembros de esas bandas y obligó a la policía a incendiar su propio helicóptero tras un aterrizaje forzoso, según reportaron las autoridades.
Durante un operativo en la zona de Croix des Bouquets, en las proximidades de la capital, Puerto Príncipe, una aeronave de la policía sufrió un “supuesto desperfecto” y precisó efectuar un aterrizaje forzoso, de acuerdo con un comunicado de la Policía Nacional de Haití (PNH) difundido en Facebook. Los oficiales que iban a bordo salieron ilesos, pero se procedió a prender fuego al aparato para evitar que cayera en poder de los pandilleros, señaló la policía.
Imágenes difundidas en plataformas sociales mostraban a individuos festejando junto a los restos de la aeronave. Siete integrantes de las bandas fueron neutralizados, afirmó el vocero de la PNH, Garry Desrosiers.
La policía también se incautó de un fusil semiautomático Barrett empleado en el intercambio de disparos, un armamento de “gran potencia” que “habitualmente se emplea para infundir terror a la población civil”, indicó la institución. La zona de Croix des Bouquets está bajo el dominio de Viv Ansanm (Viviendo Juntos), una alianza de bandas catalogada por Estados Unidos como organización terrorista extranjera.
Las estructuras criminales han expandido su influencia en Haití durante los últimos años, controlando hoy el 90% de la capital. La escalada de violencia por parte de las pandillas ha provocado el desplazamiento de 1.4 millones de personas, según la Organización Internacional para las Migraciones.
La ONU ha dado su respaldo a una fuerza encabezada por la policía de Kenia destinada a combatir a estas agrupaciones.
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