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En Oklahoma, sin duda, surgirá otra dinastía de la NBA

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Este contenido fue hecho con la asistencia de una inteligencia artificial y contó con la revisión del editor/periodista.

Santo Domingo. -El actual monarca de la NBA, Oklahoma Thunder, está confirmando que su logro del año pasado, al arrollar a cada rival para obtener el trofeo, no fue casualidad.

El Thunder ha inaugurado la campaña 2025-26 con el mismo ímpetu, como si siguieran en plena etapa de postemporada del curso anterior, donde su escuadra fue una auténtica complicación para todos sus adversarios.

Como muestra, basta un ejemplo: se han convertido en el primer equipo campeón en iniciar su temporada siguiente con un registro asombroso de 14 victorias y apenas una derrota.

Sí, así es: su balance es 14-1, con la mejor marca de toda la liga, por un amplio margen.

Como evidencia de su potente ofensiva, el lunes los liderados por Shai Gilgeous-Alexander emularon lo que solo los grandes equipos hacen cuando aspiran a forjar dinastías.

Miremos esto: en el primer cuarto de su encuentro del lunes contra los Pelicans, anotaron 49 puntos, estableciendo una nueva marca para la franquicia en cuanto a más puntos en un solo periodo.

Esto sugiere que la satisfacción por la gloria no ha saciado el ansia del Oklahoma City Thunder. Al contrario: parece haber despertado un apetito voraz en el campeón de la NBA, quien empezó la temporada 2025-2026 con 11 aciertos en los primeros 12 juegos y ha continuado esta racha triunfal, ahora con un récord de 41-1.

El apretón de manos, como señal de felicitación y satisfacción por el trabajo cumplido, entre Shai Gilgeous-Alexander, líder indiscutido del equipo, y Chet Holmgren, un jugador con gran porvenir y un presente destacado, transmite una imagen de solidez que realza su propia ambición y siembra temor en los oponentes.

El Thunder avanza con autoridad sobre sus contendientes. Los somete a su ritmo de presión defensiva agobiante, transición rápida, fluidez en el manejo del balón, determinación para atacar el aro y compromiso en la lucha por los rebotes.

El quinteto bajo la dirección de Mark Daigneault domina el libreto y sabe cómo ejecutarlo con precisión. Solo los Portland Trail Blazers lograron vencerlos, en un partido que Oklahoma City controlaba y dejaron escapar de manera insólita.

Esa caída ante Portland sirvió para evidenciar que son seres humanos y no máquinas programadas únicamente para ganar.

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