Washington — El miércoles 26 de noviembre, alrededor de las 14:15 (hora local), dos integrantes de la Guardia Nacional de Virginia Occidental fueron agredidos a tiros en una calle cercana a la estación de metro Farragut West, a escasos metros de la Casa Blanca en Washington D.C.
Conforme a las autoridades, un único atacante se aproximó por una esquina, sacó un arma de fuego y disparó directamente contra los militares. En la confrontación, los guardias respondieron y consiguieron inmovilizar al sospechoso, quien fue arrestado con heridas de bala.
Desde el comienzo, tanto la administración local como las dependencias federales catalogaron el suceso como un “ataque premeditado” contra personal castrense, lo que desencadenó un despliegue de emergencia y una pesquisa conjunta entre varias entidades.
Las personas afectadas han sido identificadas como Sarah Beckstrom, de 20 años, y Andrew Wolfe, de 24, ambos adscritos a la Guardia Nacional de Virginia Occidental.
Inicialmente se reportó incertidumbre sobre su estado, pero este jueves un fiscal federal comunicó que ambos se encuentran en estado grave y han sido intervenidos quirúrgicamente.
En declaraciones recientes, la fiscal general, Pam Bondi, indicó que Sarah se ofreció como voluntaria para vigilar durante el asueto de Acción de Gracias, con el propósito de que otros uniformados pudieran reunirse con sus parientes, y expresó pesar porque ahora tanto ellos como sus familias están en centros hospitalarios.
El agresor ha sido reconocido como Rahmanullah Lakanwal, un ciudadano afgano de 29 años. Entró a Estados Unidos en septiembre de 2021 bajo el programa de acogida Operation Allies Welcome, promovido por el ejecutivo estadounidense tras la retirada de Afganistán.
Según funcionarios del gobierno, Lakanwal cooperó con fuerzas estadounidenses en Afganistán, incluyendo labores vinculadas con la CIA. Esa relación habría sido la base para autorizar su ingreso al país.
Las inspecciones preliminares sugieren que actuó en solitario sin que hasta el momento se detecten cómplices, siendo el único agresor en el lugar.
El atacante portaba un arma del tipo revólver calibre .357. Tras el incidente, las autoridades han manifestado que será imputado por un mínimo de tres cargos: asalto con intención de dar muerte en posesión de arma de fuego, y potencialmente más cargos dependiendo de la evolución clínica de los heridos.
Aún no se ha determinado una motivación clara. Las autoridades señalaron que la investigación sigue abierta y están revisando el historial del sujeto, incluyendo posibles conexiones internacionales o cualquier otra participación secundaria.
Las afirmaciones de Bondi insinúan que el gobierno sopesa la posibilidad de presentar cargos por un acto de terrorismo, dada la naturaleza del atentado.
Lakanwal llegó a EEUU mediante un esquema de reasentamiento para afganos que asistieron a las fuerzas norteamericanas después de la salida de las tropas. Dicha política, si bien buscaba brindar resguardo, ahora ha generado cuestionamientos sobre su posible impacto en la seguridad nacional.
Las agencias de seguridad notificaron que, a raíz de este evento, se suspendió momentáneamente el trámite de nuevas peticiones migratorias para ciudadanos afganos, mientras se repasan los procedimientos de salvaguarda y verificación.
Las fuerzas de seguridad federales, abarcando organismos de migración y el aparato de inteligencia, están investigando a fondo los antecedentes del detenido, sus posibles nexos previos y la procedencia del arma. También analizan si pudo haber recibido ayuda de redes de apoyo.
Entretanto, los allegados de las víctimas han sido asistidos oficialmente y han recibido apoyo logístico, de acuerdo a lo comunicado por la fiscal federal a cargo del expediente.
Por su parte, el ejecutivo federal ha incrementado los refuerzos de vigilancia en la capital, tanto en patrullajes de la Guardia Nacional como en puntos de control y seguimiento.
Este contenido fue hecho con la asistencia de una inteligencia artificial y contó con la revisión del editor/periodista.
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