Las ideas sombrías pueden impactar el bienestar anímico, mental e incluso corporal, complicando la concentración y provocando tensión. Una situación que está siendo atendida por especialistas en salud, incluyendo colaboradores de la Universidad de Harvard, quienes han descubierto un modo sencillo para dominar las ocurrencias inoportunas.
Este enfoque novedoso, impulsado por la renombrada Universidad Norteamericana, nos presenta ciertas pautas para superarlas. La técnica que implica confrontar estas reflexiones y optimizar el ánimo se llama: nombrar las sensaciones.
Nombrar las sensaciones es una práctica con respaldo científico que nos permite interrumpir el ciclo de las ideas pesimistas. Con solo unos instantes de ejercicio diario, podemos retomar el dominio de nuestra mente y fomentar una mejor salud emocional.
Esta maniobra se centra fundamentalmente en identificar conscientemente el sentimiento que estamos experimentando, lo cual facilita bajar su intensidad y frecuencia. Esto se debe a que, según detalla un informe difundido por Harvard, al reconocer y catalogar emociones como la aprensión, la frustración o la desazón, activamos áreas cerebrales ligadas al control anímico.
Esto disminuye la actividad en zonas asociadas al agobio y la zozobra, ayudándonos a administrar mejor nuestros afectos. Harvard ha demostrado que este recurso permite recuperar la serenidad y potenciar la lucidez mental en escasos segundos.
Para implementar este método, cuando surja una reflexión negativa, detente un momento y asígnale un nombre mentalmente o en voz alta. Realizar esto de forma constante te facilitará comprender mejor tus emociones y aminorar su consecuencia. También puedes complementar esta rutina con métodos como la relajación o la redacción meditativa, amplificando sus beneficios.
Maureen Salamon, editora ejecutiva de Harvard Women’s Health Watch, resalta la importancia de prestar atención a nuestro modo de hablar para erradicar estas ideas desalentadoras. La experta aconseja eludir la utilización del término “debería”, dado que acarrea sentimientos de culpabilidad y resentimiento por aquello que no se ha logrado.
Por su parte, la psicóloga Jacqueline Samson, del Hospital McLean adscrito a Harvard, explica que las percepciones adversas automáticas suelen aparecer cuando uno se siente nervioso o decaído. Samson propone diversas tácticas para enfrentarlas:
Destinar un espacio para el discernimiento:
En lugar de inclinarse por pensamientos extremos de bueno o malo, acierto o fallo, es fundamental entender que las cosas rara vez son tan graves como aparentan.
Documentar tus reflexiones:
Anotar tus pensamientos y sentimientos te permite obtener un panorama más imparcial de lo que te está ocurriendo.
Valorar los recursos:
Identificar y utilizar todos los medios y destrezas disponibles para sacar partido a nuevos horizontes es primordial. Si se percibe un atisbo de abatimiento, es crucial adoptar una visión integral que combine distintas herramientas.
Consultar con un médico, psicólogo o psiquiatra para obtener un dictamen exacto y recibir guía sobre el tratamiento más apropiado.
Farmacología
En ciertos escenarios, los medicamentos antidepresivos pueden ser necesarios para equilibrar los mediadores químicos en el cerebro y aliviar los síntomas del decaimiento. Es vital acatar las indicaciones del facultativo.
Actividad física
El movimiento corporal habitual puede mejorar el ánimo al liberar endorfinas, reducir la tensión y optimizar la calidad del reposo.
Autocuidado
Aplicar técnicas de sosiego, como la meditación, el yoga o la respiración profunda, puede ayudar a mitigar la inquietud y el estrés, y mantener un esquema diario organizado puede aportar estabilidad y prevenir el aislamiento social.
Red de apoyo
Conservar nexos con amistades y parientes puede ofrecer respaldo anímico y achicar la sensación de desamparo.
Evitar bebidas alcohólicas y estupefacientes
Estas substancias pueden exacerbar las señales de la depresión y complicar el tratamiento.
Las ideas negativas pueden ser paralizantes, pero no es imperativo que controlen nuestras vidas.
Siguiendo los procedimientos sugeridos por las conocedoras de Harvard, es factible manejarlas y fomentar una psique más sana y estable. Con la práctica y el acompañamiento idóneo, todos podemos aprender a enfrentarlas.
Este contenido fue hecho con la asistencia de una inteligencia artificial y contó con la revisión del editor/periodista.















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