“Rápidos y Furiosos 7” recaudó 1.515 millones de dólares globalmente, el mayor triunfo de una franquicia que ya era la más taquillera de Universal.
En 2013, hace justo doce años, el trágico deceso de Paul Walker, actor que encarnó a Brian O’Conner en Fast and Furious por más de una década, forzó la paralización del rodaje y una reescritura del guion para la séptima entrega. Diez años tras el estreno del filme, se ha revelado el desenlace original pensado para Fast & Furious 7 antes de la pérdida de una de sus dos grandes figuras.
“En principio, el largometraje concluía con todo el grupo reunido de nuevo en Neptune’s Net, el local de mariscos de Malibú junto a la Autopista de la Costa del Pacífico donde Brian y Dom forjaron su vínculo en la primera cinta. Allí festejaban la recuperación del Ojo de Dios, el artefacto que el villano de Jason Statham, Deckard Shaw, buscaba”, detalla el crítico y periodista Barry Hertz en su obra *Welcome to the Family: The Explosive Story Behind Fast & Furious, the Blockbusters That Supercharged the World*, elaborada a partir de más de 170 entrevistas.
No obstante, el punto fundamental del final iba más allá del festejo. En la versión que llegó a los cines, Toretto entrega el Ojo de Dios al Sr. Nadie, lo que permitía que el dispositivo continuara existiendo en el universo de la serie, impulsando tramas de operaciones secretas en *Fast & Furious 8* y *Fast X*.
Pero la idea original era que “Dom destrozara el Ojo de Dios bajo su bota, declarando que era demasiado poderoso para que lo ostentara una sola persona, y después rompiera la condecoración gubernamental y la tirara por la ventanilla”. En otras palabras, la saga mantenía al equipo en su rol de forajidos.
El libro añade un detalle final que enfatizaba el espíritu aventurero, señalando que parte de la conclusión mostraba al grupo decidiendo su siguiente destino arrojando un cuchillo sobre un mapa, dejando que el azar determinara su próxima misión. Pero ese desenlace nunca se filmó, ya que la muerte de Walker a mitad de la producción sumió a Universal y al equipo en una encrucijada creativa y emocional que consideró la anulación del proyecto o incluso el fin definitivo de la saga.
James Wan, realizador del film, comentó que el cierre previsto, concebido como trampolín para desarrollar el resto de la franquicia, perdió sentido con el fallecimiento de Walker. Finalmente, el estudio optó por continuar la filmación y buscar un desenlace que sirviera de tributo, lo que resultó en el conmovedor epílogo donde Brian y Dominic manejan juntos por última vez antes de tomar caminos separados al compás de *See You Again* de Wiz Khalifa y Charlie Puth.
*Rápidos y Furiosos 7* generó 1.515 millones de dólares en todo el mundo, el mayor éxito de una serie que ya era la mayor propiedad de Universal. La facturación conjunta de Fast & Furious supera los 7.000 millones de dólares, posicionándola entre las sagas cinematográficas más lucrativas de la historia.
El texto de Hertz aparece justo cuando el desenlace de *Fast & Furious 7* vuelve a ser tema de conversación. Vin Diesel ha manifestado en diversas ocasiones que su condición para culminar la saga con *Fast X: Parte 2* es lograr que, de alguna manera, Dominic Toretto se reencuentre con Brian O’Conner. Según reportes recientes, el actor habría negociado tres exigencias fundamentales para su despedida: grabar en Los Ángeles, recuperar las carreras clandestinas y traer de vuelta al personaje de Walker mediante una mezcla de efectos CGI y el apoyo de su hermano Cody, tal como se hizo en la séptima película.
Este contenido fue hecho con la asistencia de una inteligencia artificial y contó con la revisión del editor/periodista.
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