Elizabeth Rodríguez, encargada de la Oficina Nacional de la Defensa Pública, señaló que las condiciones actuales del lugar son idénticas a las de 2023.
Desde carencias en la alimentación, pocos facultativos, escasez de medicinas, estructuras dañadas, hasta camas inapropiadas, son parte de las situaciones que enfrentan los mayores de edad encarcelados en el Instituto Preparatorio de Menores Doctor Máximo Antonio Álvarez, en La Vega, según el Reporte de las Condiciones de Detención y Encarcelamiento de 2023, elaborado por la Defensoría Pública del país.
Elizabeth Rodríguez, coordinadora de la Oficina Nacional de la Defensa Pública, estableció que hoy por hoy, el estado del recinto es exactamente el mismo que el experimentado en 2023.
Conforme al documento, esta instalación carece de una edificación adecuada; las áreas presentan un notable deterioro, con grietas, daños, puntos frágiles por el paso del tiempo, humedad e infiltraciones.
Las camas no son aptas para personas, y menos aún para jóvenes, puesto que se trata de una base de cemento a la que se le coloca un colchón delgado. Están dispuestas una al lado de otra, con más de 20 por pabellón, durmiendo todos juntos, indica.
Por otra parte, en lo relativo a la sanidad, se indica que el centro dispone de 1 médico y 3 enfermeras, quienes examinan a los menores infractores al momento de su ingreso, manteniendo un registro médico de sus visitas, dolencias y afecciones.
El doctor, pese a no disponer de todos los fármacos y suministros debido a la falta de provisión por parte de la Procuraduría, solicita donaciones para poder brindar atención a los jóvenes y remitirlos al hospital cuando el tratamiento lo requiera.
Respecto a la alimentación, subraya que hay muchas deficiencias, con escasez de víveres, especias, provisiones y azúcar. Menciona que las zanahorias y los plátanos son desechados por deteriorarse al no contar con refrigeración para la preservación de los alimentos, especialmente las carnes; solo tienen un congelador insuficiente, y a pesar de haber solicitado otro, las gestiones no han prosperado.
En ese orden de ideas, los alimentos son insuficientes, en su mayoría de baja calidad, y no se conservan debidamente.
A esto se añade el mal estado de la cocina, la cual está deteriorada, con humedad, presencia de moscas y falta de salubridad, a pesar del esfuerzo del personal, siendo estas situaciones en gran medida consecuencia de las precarias condiciones de la infraestructura del centro, según el informe.
La enseñanza, el trabajo y la distracción son funciones fundamentales de los centros penitenciarios, las cuales deben ofrecerse a todo individuo privado de libertad.
En esta reclusión, los jóvenes reciben clases en el área de comida por motivos de seguridad, ya que solo cuentan con 8 celadores rotativos, trabajando 2 por día, lo que impide su traslado al espacio destinado a la educación.
Para la fecha de elaboración del reporte en 2023, cerca de 14 jóvenes asistían a clases de nivel básico, 3 de primaria y 24 de secundaria.
El INFOTEP también impartía talleres, si bien limitados, enfocados principalmente en el cultivo de vegetales.
En cuanto a las actividades de esparcimiento, solo practicaban baloncesto en un sector con un aro, siendo la recreación muy reducida o casi nula.
Además, el informe destaca la acumulación de agua debido a un desnivel en la calle, lo que causa estancamiento y la propagación de plagas, como mosquitos, y malos olores. Asimismo, los alrededores del centro están cubiertos de maleza crecida, donde también proliferan ratones, serpientes, arañas y otros bichos.
Elizabeth Rodríguez, de la defensa pública, aboga por la remodelación de este sitio. “Si el establecimiento de La Vega no se puede adecuar, nuestra recomendación es el cierre total”, sentenció.
En aquel momento, la población carcelaria en ese centro de La Vega era de solo 41 jóvenes infractores, teniendo capacidad para albergar 75, por lo que no había sobrepoblación. Al momento de la revisión, había 2 pabellones desocupados.
Este contenido fue hecho con la asistencia de una inteligencia artificial y contó con la revisión del editor/periodista.
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