James Cameron al igual que Guillermo del Toro se manifiestan con firmeza en contra de emplear la IA para reemplazar a los creadores humanos
Tal como muchos otros involucrados en el sector cinematográfico, James Cameron ha compartido recientemente su perspectiva respecto a la implementación de la Inteligencia Artificial en su ámbito laboral. El realizador, quien forma parte del consejo de administración de Stability AI, no ha titubeado en destacar las ventajas de la herramienta, pero sin dejar de defender lo inherente al ser humano, dejando meridianamente claro lo desacertado que sería intentar suplantar a las personas por sistemas de IA, algo que, tras la aparición de la “actriz” Tilly Norwood, ya no parece tan fantasioso.
En una charla con CBS Sunday Morning, el laureado tres veces con el Oscar se refirió a su aprecio por la técnica de captura de movimiento (fundamental en su exitosa serie de ciencia ficción Avatar), calificándola como la modalidad de actuación “más genuina”.
“Por mucho tiempo existió la impresión de que ‘usan trucos raros con las máquinas y están desplazando a los intérpretes’, cuando en realidad, al profundizar y observar lo que ejecutamos, se aprecia una exaltación del instante compartido entre el actor y el realizador, y entre los propios actores. Es una celebración de lo que yo denomino la sacralidad del momento interpretativo del artista”, explicó Cameron, subrayando que “el polo opuesto a esto es la IA generativa”, a partir de la cual se puede “fabricar una actuación desde cero”, algo que él rechaza. “Es como… no. Eso me resulta espantoso”, sentenció.
“No deseo que un programa informático haga aquello que me enorgullece poder lograr con los talentos”, afirmó el cineasta, añadiendo: “Mi deseo no es reemplazar a los artistas, adoro colaborar con ellos”. En cualquier caso, también recalcó, como ha hecho antes, la utilidad del nuevo recurso en otras facetas, como reducir los costos de los efectos visuales. “En estos momentos, las producciones visualmente complejas, fantásticas, de ciencia ficción… comienzan a escasear como género por ser costosas”, comentó, ilustrando cómo las futuras cintas podrían beneficiarse de estos avances.
Por otro lado, el director de obras como Titanic, Terminator o Aliens: El regreso se muestra confiado en que la IA no conseguirá anular su labor ni la del resto de profesionales. “Es posible que ocurra, pero también nos fuerza a establecer parámetros muy rigurosos y a mantenernos ingeniosos y creativos… Lo que la IA generativa no puede realizar es concebir algo inédito que no se haya visto antes”, argumentó, exponiendo que el límite es obtener una amalgama de lo ya existente, el “promedio” de “todo el patrimonio artístico y vivencial humano”.
Así, para Cameron, la IA carece de la “experiencia vital única y las particularidades de cada guionista” ni las “peculiaridades de un intérprete concreto”. Es más, el realizador considera que la expansión del uso de estas herramientas hará que “el acto de la interpretación, el presenciar verdaderamente a un creador dando vida a algo en tiempo real, se vuelva todavía más venerado”.
En la trigésimo quinta entrega de los Premios de Cine Gotham, Frankenstein recibió el Homenaje Vanguardista, un reconocimiento honorífico destinado a “películas innovadoras que expanden las fronteras del cine a través de audaces decisiones estéticas”. Durante la recepción del premio, Guillermo del Toro, realizador de la obra, rindió tributo a Mary Shelley, defendió el esfuerzo de su equipo y emitió un mensaje contrario al empleo de inteligencia artificial en el séptimo arte.
“Quiero expresar al resto de nuestro maravilloso elenco y a todo el equipo que el arte de cada uno de ellos resplandece en cada segmento de esta película, que fue creada intencionalmente por manos humanas y pensada para el público humano”, continuó en su discurso Del Toro, quien deseó agradecer el tesón de sus colaboradores antes de arremeter contra la inteligencia artificial: “Los diseñadores, los técnicos, el área de maquillaje y peluquería, el vestuario, los directores de fotografía, los compositores, los editores; este honor les pertenece a todos ellos. Deseo extenderles nuestro agradecimiento y declarar: ¡a la mierda con la inteligencia artificial!”.
Esta tajante frase final se alinea con una postura que el cineasta mexicano ha sostenido por años. En declaraciones recientes ha asegurado que preferiría “perecer” antes que incorporar inteligencia artificial en sus producciones y ha calificado la animación generada con estas herramientas como “una afrenta a la existencia misma”, insistiendo en que la IA “puede producir fondos de pantalla semi-creíbles, pero no arte genuino”.
Este contenido fue hecho con la asistencia de una inteligencia artificial y contó con la revisión del editor/periodista.
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