El queratocono es una afección ocular que afecta la forma de la córnea, esa capa transparente en la parte delantera del ojo.
En lugar de conservar su forma redonda, la córnea empieza a afinarse y a abultarse adquiriendo una forma cónica, lo que produce alteraciones en la visión.
A continuación, la Academia Americana de Oftalmología detalla en qué consiste esta condición, sus signos y las posibles repercusiones que puede tener en la salud.
Los especialistas no conocen con certeza la causa por la cual algunas personas desarrollan queratocono. En ciertos contextos, parece tener un componente hereditario (se transmite en la familia). Aproximadamente una de cada diez personas con queratocono tiene un pariente que padece lo mismo. El queratocono también se vincula con alergias oculares y el hábito de frotarse los ojos excesivamente.
El queratocono suele manifestarse entre la adolescencia tardía y los comienzos de los veinte años. Los problemas de visión se deterioran gradualmente a lo largo de unos 10 a 20 años.
Normalmente, el queratocono afecta a ambos ojos y puede generar percepciones visuales distintas en cada uno. Los síntomas pueden variar entre ojos y cambiar con el transcurso del tiempo.
En una fase inicial, los signos del queratocono pueden ser:
– Vista algo borrosa.
– Percepción visual ligeramente distorsionada, con líneas rectas que parecen doblarse o tener ondulaciones.
En estadios más avanzados, los síntomas del queratocono pueden incluir:
– Mayor desenfoque y deformación visual.
– Aumento de la miopía o el astigmatismo (dificultad del ojo para enfocar correctamente).
Como consecuencia, podría ser necesario ajustar la graduación de las gafas frecuentemente.
– Imposibilidad de usar lentes de contacto. Es posible que ya no se adapten bien o resulten molestos.
El queratocono generalmente requiere años para evolucionar de una etapa temprana a una avanzada. Sin embargo, en algunos individuos, la progresión puede ser rápida.
La córnea puede hincharse de pronto y comenzar a desarrollar tejido cicatricial.
Para diagnosticar el queratocono, uno de nuestros oftalmólogos o un optometrista le realizará una exploración exhaustiva. Estas son algunas de las pruebas más habituales:
– Topografía corneal: Este estudio genera un “mapa” tridimensional de la superficie de su córnea, lo que ayuda a identificar cualquier anomalía en su contorno.
– Paquimetría corneal: Esta prueba mide el espesor de la córnea para comprobar si hay adelgazamiento.
– Valoración visual: Se evalúa la capacidad visual y el error refractivo para determinar la calidad de la visión.
El queratocono puede suponer un desafío visual, pero la detección precoz y el tratamiento adecuado pueden marcar una gran diferencia.
Este contenido fue hecho con la asistencia de una inteligencia artificial y contó con la revisión del editor/periodista.










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