A lo largo del año hemos notado cómo lo clásico se ha puesto de moda, reviviendo épocas desde los años 40 hasta los 90. Sin embargo, vestir atuendos *vintage* y siluetas retro no es solo una cuestión estética; surge de la admiración y el aprecio por prendas icónicas.
Además, existe un creciente interés por la moda sostenible y la preocupación por cuidar el medio ambiente al optar por ropa de segunda mano.
Las prendas de archivo son piezas que provienen de colecciones pasadas de diseñadores, las cuales poseen un valor adicional por haber marcado un hito en la historia de la moda. Generalmente, se trata de artículos de lujo de grandes firmas, por lo que son codiciados por coleccionistas o celebridades con recursos, para lucirlos en galas y eventos importantes del mundo de la moda; hablamos de diseños originales que forman parte de exposiciones museísticas o vestidos inspirados en ellos, principalmente de alta costura.
Kim Kardashian ha sido una de las pioneras en esta tendencia al usar frecuentemente vestidos de archivo en lugar de piezas hechas a la medida, específicamente para ella.
Kim Kardashian encarnó a una figura mítica griega para celebrar sus 45 años, luciendo una pieza *vintage* de Givenchy Haute Couture: un vaporoso vestido blanco acompañado de un corsé metálico dorado. Dicho vestido fue modelado originalmente por Naomi Campbell en la Semana de la Moda de París de 1997 y formó parte de la primera colección de Alexander McQueen para esa casa francesa.
Zendaya portó un traje metálico que recordaba a un autómata, con una estética retrofuturista de la colección Otoño Invierno 1995 de Thierry Mugler para el estreno en la alfombra roja de la cinta *Dune: Parte Dos*, complementado con un collar de diamantes y Zafiro de Bulgari.
Sabrina Carpenter desfiló por la alfombra de los MTV VMAs 2024 con el icónico vestido de Bob Mackie que llevó Madonna a los Oscar de 1991. Se trata de un traje ceñido al cuerpo y adornado con pedrería plateada, inspirado originalmente en el atuendo de Marilyn Monroe en la película “Los caballeros las prefieren rubias”. Madonna conserva el vestido original de Bob Mackie en su colección personal, prestando la pieza de exhibición a Sabrina.
Desde los guantes largos hasta la opulencia del tul, Carey Mulligan lució una reinterpretación personalizada de un vestido bicolor *vintage* de Balenciaga de 1951, un atuendo que evoca el glamour de Hollywood en la alfombra roja de los Premios Oscar 2024. Este vestido, con más de siete décadas, confirma que la moda es un ciclo continuo. Un diseño elegante y atemporal sigue resultando magnífico con el paso del tiempo.
Este contenido fue hecho con la asistencia de una inteligencia artificial y contó con la revisión del editor/periodista.









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