Estamos en una de las épocas más significativas del año: la Navidad. Su nombre proviene del latín “nativitas” (nacimiento); su principal día de celebración es el 25 de diciembre y conmemora el nacimiento de Jesucristo en Belén, una festividad que fortalece la fe, el amor, la unión familiar, la generosidad y la esperanza.
Esta época fue establecida por la Iglesia en el siglo IV, coincidiendo con las festividades paganas del “Solsticio de Invierno”, lo que facilitó la conversión de muchos pueblos al cristianismo.
Con el tiempo, más allá de su significado religioso, la Navidad difundió por regiones y ciudades las costumbres de estos pueblos, convirtiéndose en una celebración cultural universal que incluye diversas tradiciones.
En muchos países, se realizan reuniones familiares, intercambios de regalos y comidas festivas. Las decoraciones, como el árbol de Navidad y las luces, son comunes y varían según las manifestaciones culturales, simbolizando la alegría y la esperanza.
Su impacto social y económico es considerable, ya que, aunque se gaste poco en regalos y celebraciones, este gasto puede superar los ingresos mensuales de una persona o incluso más. Por ello, es un tiempo muy comercial, visto no solo como una festividad religiosa, sino también como un evento social y económico importante.
La Navidad es una tradición rica en significados que abarca diversos aspectos festivos, espirituales y culturales, uniendo a las personas en todo el mundo y arrastrando en su historia miles de tradiciones y creencias que se aplican tanto en esta hermosa noche como en la celebración del Año Nuevo.
Ambas fechas representan la esperanza de alcanzar nuestros sueños y metas, y se aprovechan para realizar ciertos ritos y tradiciones que aumentan la energía para lograr los deseos y objetivos relacionados con el crecimiento personal, familiar, social y económico.
Las tradiciones de la llamada “Nochebuena” o “Noche de Navidad” varían de un país a otro. Una gran cena para reunir a la familia, brindis por la salud y la unión, dulces, regalos y bebidas caseras son algunas de las costumbres que se llevan a cabo esa noche.
Es común encontrar en la decoración una gran variedad de elementos y significados, como el árbol de Navidad, las coronas de Adviento, los calcetines colgados en la chimenea, en la repisa de la sala o cerca del árbol con regalos especiales para niños y abuelos; además, hermosas representaciones de belenes que van desde materiales sencillos hasta elaboradas creaciones en porcelana, cristal y joyas finamente trabajadas.
Cada país tiene su música, que se alterna con los hermosos villancicos característicos de la fecha. Se aprovechan los encuentros familiares y de amigos para recordar las alegres historias vividas.
A los niños se les indica colocar una carta en el árbol con sus deseos. Se les narra la historia del nacimiento del niño Jesús, de los Reyes Magos que viajaron desde Oriente para adorar al hijo de Dios y que llevan presentes a todos los niños del mundo. También se habla de San Nicolás o Santa Claus, llamado Papá Noel y otros nombres según el continente.
Los regalos generales por motivo de la fecha, los regalos personales y las tarjetas con mensajes positivos acompañan la festividad de la Navidad, junto con sus tradicionales costumbres religiosas del calendario cristiano como la Misa de Gallo, el encendido del árbol, el Adviento, la fiesta de la Inmaculada Concepción, entre otras que preceden la celebración de la bienvenida al Año Nuevo.
En nuestro país, como en otros, la celebración de Año Nuevo tiene tradiciones o costumbres que pueden resultar extrañas al conocerlas. Estas suelen realizarse tanto antes como después de la llegada del nuevo año.
Aunque conozco muchas de estas costumbres o cábalas populares, con rituales en sus diferentes regiones, como en muchos países, no soy creyente de ellas; reconozco el poder de la energía de la atracción como principal fuente para lograr objetivos. Tampoco practico rituales, aunque he participado en algunos solo por compartir el ambiente con quienes me acompañan en el momento.
Según el Feng Shui, las cábalas son un conjunto de acciones que realizamos en ciertos momentos para equilibrar la energía y atraer armonía al hogar y a nuestras vidas. Estos rituales están orientados a la búsqueda de prosperidad, amor, suerte, salud, riqueza y, por supuesto, energía positiva.
En República Dominicana existen varios rituales: comer las uvas (tradición española), beber bebidas espumosas, usar incienso, encender velas, hacer listas de deseos, elegir el color del vestuario, entre muchas otras que suelen realizarse este día.
En algunos países, se ve a personas saltar con sus sillas cuando el reloj marca las doce; los niños deben saltar para estar saludables y crecer. En otros, se demuestra el amor familiar y de amigos tirando la vajilla contra las paredes de sus casas y bailando alrededor del árbol de Navidad.
La abundancia de bebida y comida para atraer prosperidad, tirar trozos de pan contra la pared para ahuyentar la mala suerte, el sonar de monedas, engancharlas en la ropa o llevarlas en el bolsillo son otras tradiciones.
En otros países, incluido el nuestro, suele pintarse la casa; todo debe estar en movimiento y limpio, sin muebles viejos. Algunos llegan a exagerar tirándose por las ventanas con el fin de atraer prosperidad. En otros lugares no se cierran las puertas de la casa para que aquellos que ya no están con nosotros puedan celebrar.
La quema de incienso, de azúcar, baños de flores, ir a la playa a esperar el amanecer, son muchas de las creencias, costumbres y tradiciones que hemos heredado, pero lo que no podemos negar es que somos un pueblo alegre, creyente en Dios y amante de la familia, y que toda esta riqueza cultural refuerza nuestro sentir. Este contenido fue hecho con la asistencia de una inteligencia artificial y contó con la revisión del editor/periodista.









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