Bruselas, 9 nov (EFE).- En los últimos días, la Comisión Europea (CE) ha intensificado la presión sobre X, Google y Meta, a pesar de las críticas del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien acusa a la Unión Europea de atacar a las tecnológicas estadounidenses y, en términos más generales, a la libertad de expresión.
El Ejecutivo comunitario rechaza las críticas provenientes de la Casa Blanca —a las que se han sumado los propietarios de X, Elon Musk, y de Meta, Mark Zuckerberg—, asegurando que Bruselas aplica las normas de manera “agnóstica”, sin considerar el país de origen de las compañías.
Últimas decisiones
El pasado viernes, la CE impuso a X una multa de 120 millones de euros por no cumplir los requisitos de transparencia en su política de suscripciones, en los anuncios que muestra a los usuarios y en el funcionamiento de sus algoritmos, tal como exige la ley de servicios digitales (DSA).
La semana pasada, también inició una investigación antimonopolio contra Meta para determinar si está limitando el acceso a WhatsApp a potenciales competidores que buscan ofrecer servicios de inteligencia artificial en la aplicación de mensajería.
Hoy, abrió un expediente similar contra Google, ante la sospecha de que no remunera adecuadamente ni a editores ni a creadores de contenido por los resúmenes que los sistemas de inteligencia artificial generativa “AI Overview” y “AI Mode” muestran en los resultados de búsqueda de los usuarios.
Al mismo tiempo, el lunes Bruselas aceptó la solución propuesta por Meta para reducir la publicidad personalizada a sus clientes, tras la multa de 200 millones de euros impuesta en abril por infringir la ley de mercados digitales (DMA), y por ahora le ha perdonado la sanción periódica que debería haber pagado de no haber ofrecido ningún remedio.
Reacción de EE.UU.
La multa a X ha reavivado las críticas de la administración estadounidense hacia las leyes que la UE ha aprobado en los últimos años para controlar el poder de las tecnológicas. El propio Trump afirmó la víspera que “Europa va por mal camino” y que “tiene que tener mucho cuidado al hacer muchas cosas”.
El secretario de Estado de EE.UU., Marco Rubio, calificó la sanción como un “ataque” a Washington, mientras que Musk llamó a “abolir” la UE, llegando a compararla con el régimen nazi de Adolf Hitler.
Estos comentarios profundizan los mensajes de la nueva estrategia de seguridad nacional publicada recientemente por Washington, en la que se acusa a la Unión Europea de censurar la libertad de expresión y se augura el fin de la civilización europea debido a la política migratoria del bloque comunitario.
Respuesta de la UE
En este contexto, la Comisión informó hoy a Estados Unidos sobre la apertura de la investigación contra Google, que el Consejo de Editores Europeos ha considerado “necesaria y oportuna”, pues aseguran que los resúmenes de inteligencia artificial han reducido el tráfico en las búsquedas por internet.
La Comisión ha insistido ante la Casa Blanca en que la UE aplica sus reglas de manera “justa y equitativa” y que sus decisiones están sujetas al escrutinio “independiente” de la justicia europea, según declaró la portavoz de la Comisión, Arianna Podesta.
Un mensaje que también transmitió la víspera la vicepresidenta del Ejecutivo comunitario para la política digital, Henna Virkkunen, a representantes de X durante un viaje oficial a Estados Unidos.
No obstante, el presidente del Consejo Europeo, António Costa, respondió el lunes a la estrategia de seguridad nacional estadounidense, asegurando que la Unión no aceptará ninguna “amenaza de interferencia en la vida política europea” desde Washington, porque “si somos aliados, debemos actuar como aliados”.
Todo esto ocurre mientras los líderes europeos intentan negociar un acuerdo de paz en Ucrania que no perjudique sus intereses económicos ni comprometa la seguridad del continente, y esperan que Trump no imponga nuevos aranceles a la UE en represalia por sus medidas contra las “big tech”.
Mientras tanto, los grupos de izquierda del Parlamento Europeo acusan a la Comisión de ceder ante las presiones de Trump, pues consideran que actúa con lentitud para hacer cumplir las normas digitales y por haber retrasado más de un año la aplicación de la ley de inteligencia artificial a los modelos de alto riesgo. Este contenido fue hecho con la asistencia de una inteligencia artificial y contó con la revisión del editor/periodista.









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