El abogado Miguel Valerio, representante legal de Santiago Hazim, anunció esta tarde su presencia en el Palacio de Justicia para cumplir con su deber como defensor, en un contexto en el que grupos han convocado una marcha en las cercanías.
Valerio hizo un llamado directo a las autoridades, resaltando la importancia de que los cuerpos de seguridad del Estado aseguren la integridad de los participantes en la manifestación, así como la protección del recinto judicial.
El jurista fue enfático al advertir sobre las consecuencias de cualquier altercado que pudiera generarse: “Si ocurre cualquier incidente en el Palacio de Justicia provocado por personas que se creen por encima de la ley, hacemos las advertencias de que ellos serán los únicos responsables de los daños a las personas y a la propiedad.
“Creo en la justicia, no en la presión ni en el terror.” Valerio subrayó su confianza en el sistema judicial y la supremacía del Estado de Derecho, diferenciándola de la coacción social o el miedo.
El abogado reafirmó su postura sobre el derecho a la protesta en democracia, pero enfatizó que debe ejercerse respetando el orden público.
“La democracia permite el libre ejercicio de la protesta, pero no del desorden ni la presión, y es momento de poner un freno al desorden y a las amenazas.”
Valerio también dejó claro que las acciones de presión no lo intimidan: “advirtiendo además que no me amedrentan, que no les temo, porque creo en el imperio de la ley.”
Finalmente, el defensor destacó que su comparecencia se enmarca en las garantías que ofrece el Estado de Derecho para el libre ejercicio de la profesión, subrayando que su función es proteger el derecho fundamental a la defensa de cualquier persona.
“El Estado de Derecho me permite ejercer libremente la profesión de abogado sin temor, en libertad y garantizando derechos, no de inocentes o culpables, sino de seres humanos que enfrentan conflictos con la ley penal, cuyo principal derecho es la defensa.” Este contenido fue hecho con la asistencia de una inteligencia artificial y contó con la revisión del editor/periodista.
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