Según datos manejados por los profesionales de DosFarma, la farmacia online española líder del mercado, siete de cada diez españoles padecen algún problema gastrointestinal durante las celebraciones navideñas.
A esto se suma que, en promedio, se ganan alrededor de tres kilos en estas fechas.
Pero comencemos primero con los problemas digestivos y la explicación de por qué ocurren.
1. Acidez y ardor. Suelen presentarse juntos, ya que tienen la misma causa: un exceso de ácido en el estómago. Tras una comida copiosa, el estómago trabaja más de lo habitual y produce un exceso de ácido.
La acidez se manifiesta como molestias en la parte alta del abdomen. Es común que el dolor se intensifique al agacharse o recostarse.
Además, según la misma fuente, es posible que los ácidos lleguen hasta el esófago.
Cuando los ácidos alcanzan la garganta, se siente una sensación de quemazón tanto en la garganta como en el pecho, conocida como ardor. Estas molestias son más frecuentes en personas con sobrepeso y en mujeres embarazadas.
2. Reflujo. Otro problema muy relacionado con la acidez y el ardor. Después de una comida abundante, es posible experimentar un sabor agrio en la boca, similar a la sensación de que la comida regresa desde el estómago.
Por ejemplo, la enfermedad por reflujo gastroesofágico provoca acidez y otras molestias, por lo que estos síntomas pueden ser una señal de alerta si se vuelven recurrentes.
3. Gases. Durante las comidas navideñas solemos hablar mientras comemos y bebemos, lo que implica tragar mucho aire. Ese exceso de aire se acumula en el esófago y debe salir mediante eructos.
4. Náuseas. En ocasiones, el escape de los ácidos del estómago hacia el esófago puede generar ganas de vomitar. Otros motivos pueden ser intoxicaciones alimentarias, alergias o intolerancias a algún ingrediente.
5. Indigestión. Se trata de una molestia en la parte superior del abdomen acompañada de una sensación constante de estómago lleno, incluso sin haber comido en exceso. La indigestión suele ir acompañada de acidez y náuseas.
6. Hipo. Son contracciones involuntarias del diafragma, un músculo ubicado en el abdomen. Tragar demasiado aire, consumir alcohol o bebidas gaseosas, o comer en exceso son algunos de los factores que lo provocan.
7. Intoxicaciones. El consumo de alimentos en mal estado, crudos o poco cocinados es la principal causa de intoxicaciones alimentarias en Navidad.
Además, siempre es importante conservar la comida en la nevera y tener especial cuidado con las mayonesas caseras: limpiar bien los huevos antes de usarlos y desechar la mayonesa no consumida de un día para otro si ha estado mucho tiempo fuera del refrigerador. ¡Mejor preparar una nueva!
8. Empachos. Los empachos son uno de los problemas digestivos más comunes en Navidad, ya que solemos comer más de lo que nuestro estómago puede procesar normalmente.
Los síntomas incluyen dolor estomacal, acidez, gases, estreñimiento, diarrea, vientre hinchado, falta de apetito e incluso vómitos.
9. Diarrea. Otro síntoma típico en Navidad, generalmente causado por intoxicaciones alimentarias y cambios bruscos en la alimentación.
Es necesario reponer líquidos y sales minerales bebiendo agua y zumos, y recurrir a medicamentos antidiarreicos que nos indique el médico.
Todos estos problemas digestivos son bastante frecuentes en este tipo de eventos. Suelen ser leves, pero muy molestos.
Para prevenirlos y disfrutar de unas deliciosas fiestas, los expertos de DosFarma han recopilado algunos consejos sencillos que ayudarán a evitar estos problemas y a saborear cada plato en estas navidades.
Una de las principales causas de las molestias digestivas es comer muy rápido. Una buena digestión comienza en la boca, donde la saliva se mezcla con los alimentos.
La saliva contiene una enzima llamada amilasa, responsable de iniciar la descomposición de los alimentos; si no masticamos lo suficiente, el estómago tendrá que esforzarse más para compensar el trabajo que no realizó la saliva.
Esto implica una mayor producción de ácido, aumentando el riesgo de acidez y ardor.
Por otro lado, al comer despacio y masticar bien, somos conscientes de lo que estamos comiendo y la cantidad que ingerimos.
Disminuir la cantidad de comida en el plato
Es preferible repetir raciones a llenar el plato y comerlo todo; debemos pensar en lo que queda por delante y no comer solo por la vista.
Evitar hablar mientras comemos
Es un consejo difícil de seguir en estas fiestas, ya que la conversación es parte esencial de la celebración. Sin embargo, es importante para evitar tragar más aire del necesario en cada bocado.
Por la misma razón, también se debe evitar fumar durante las comidas.
No cenar muy tarde
A medida que avanza la noche, las hormonas encargadas de digerir azúcares e hidratos de carbono disminuyen.
Esto significa que, si cenamos mucho y muy tarde, el organismo tendrá más dificultades para digerir, lo que puede provocar gases o indigestión.
Evitar ciertos alimentos
Algunos alimentos pueden causar acidez, como el picante, la cebolla, los cítricos, el tomate, el alcohol, las bebidas con cafeína o gaseosas, así como las comidas fritas o muy grasosas.
No significa que debamos eliminarlos, pero sí consumirlos con moderación. Igualmente, para evitar flatulencias, es recomendable no abusar de estos alimentos.
No consumir alimentos muy calientes
Ya que pueden irritar las paredes del estómago, es mejor esperar un poco a que se templen.
Vestir ropa holgada
La ropa ajustada y los cinturones apretados presionan la zona abdominal y pueden agravar los problemas estomacales.
Caminar un poco después de las comidas
No es necesario ir al gimnasio tras comer, pero una buena manera de quemar calorías y favorecer la digestión es dar un pequeño paseo después de las comidas.
Remedios naturales
Según DosFarma, una forma natural y agradable de aliviar las molestias tras una comida copiosa es tomar una infusión digestiva.
Algunas de las más efectivas son la manzanilla, el regaliz, el jengibre, la menta, el anís y el hinojo.
También es muy útil consumir alimentos con probióticos, microorganismos que fortalecen el sistema inmunitario, restauran la flora intestinal y favorecen la digestión, como los yogures con bífidus.
Remedios farmacológicos
Si las molestias son muy intensas, una opción sencilla y rápida es recurrir a medicamentos sin receta. Para el ardor y la acidez existen diversos productos que neutralizan el ácido del estómago o crean una barrera protectora que impide el paso hacia el esófago.
Y mucho cuidado con usar protectores estomacales como el omeprazol pensando que ayudarán en la digestión o evitarán el dolor de estómago. Su uso debe ser bajo prescripción médica, ya que se emplea para tratar úlceras provocadas por reflujo gástrico o acidez estomacal.
Si experimentamos alguno de los síntomas mencionados, lo mejor es consultar al médico o farmacéutico para que nos recomienden el tratamiento adecuado en cada caso. Este contenido fue hecho con la asistencia de una inteligencia artificial y contó con la revisión del editor/periodista.









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