WASHINGTON (AP) — El presidente Donald Trump firmó el jueves una orden ejecutiva que podría reclasificar la marihuana como una droga menos peligrosa y abrir nuevas vías para la investigación médica, marcando un cambio significativo en la política federal de drogas que se acerca a lo que han implementado muchos estados.
El cambio sacaría a la marihuana de su clasificación actual como droga de la Lista I, junto con la heroína y el LSD. En su lugar, el cannabis sería catalogado como una sustancia de la Lista III, al igual que la ketamina y algunos esteroides anabólicos.
La reclasificación por parte de la agencia antidrogas (DEA) no despenaliza el uso recreativo de la marihuana a nivel nacional, pero podría modificar su regulación y aliviar la pesada carga fiscal que pesa sobre el sector.
El presidente afirmó haber recibido una avalancha de llamadas telefónicas apoyando la medida y su potencial para ayudar a los pacientes. “Tenemos personas suplicando que haga esto. Personas que sufren un enorme dolor”, declaró.
De manera similar, durante la administración del entonces presidente Joe Biden, el Departamento de Justicia propuso reclasificar la marihuana como sustancia de la Lista III. A diferencia de Biden, Trump no contó con el respaldo total de su partido para realizar el cambio. Algunos republicanos se han manifestado en contra de cualquier modificación y han instado a Trump a mantener los estándares vigentes.
Este tipo de cambios suele requerir un proceso arduo, que incluye un período de comentarios públicos que ha recibido decenas de miles de reacciones de todo Estados Unidos. La DEA aún se encontraba en proceso de revisión cuando Trump asumió el cargo en enero. Se espera que la orden de Trump acelere este proceso, aunque por ahora se desconoce cuánto tiempo podría tomar.
Muchos estados han legalizado el uso recreativo de la marihuana para adultos o lo permiten con fines médicos. Sin embargo, las leyes federales se han mantenido estrictas, lo que podría exponer a las personas a procesos federales.
Una encuesta de Gallup revela que un número creciente de estadounidenses apoya un enfoque menos restrictivo: el respaldo a la legalización de la marihuana ha aumentado significativamente, del 36% en 2005 al 68% el año pasado.
La orden de Trump también solicita una investigación más amplia y facilita el acceso al CBD, un producto legal derivado del cáñamo cuya popularidad está en aumento, pese a que los expertos debaten sus beneficios.
Un nuevo programa de Medicare permitiría a los adultos mayores acceder al CBD legal sin costo, siempre que sea recomendado por un médico, afirmó el doctor Mehmet Oz, director de los Centros de Servicios de Medicare y Medicaid.
Más de 20 senadores republicanos, varios de ellos firmes aliados de Trump, firmaron este año una carta instando al presidente a mantener la marihuana como droga de la Lista I. Encabezado por Ted Budd, el grupo argumentó que la marihuana sigue siendo peligrosa y que un cambio “socavaría sus esfuerzos por Hacer Grande a Estados Unidos Otra Vez”. También señalaron que la marihuana afecta negativamente la salud física y mental de los usuarios, así como la seguridad vial y laboral.
“Los únicos ganadores de la reclasificación serán los malos actores como la China comunista, mientras que los estadounidenses pagarán la factura”, decía la carta, en referencia al papel de China en el mercado del cannabis.
En cuanto a la despenalización de la marihuana, Trump no se ha comprometido previamente con una medida de este tipo, aunque había considerado su reclasificación durante gran parte de su segundo mandato. Durante su campaña, había declarado que debería seguir siendo un asunto decidido estado por estado.
Ya como presidente, ha hecho de su lucha antidrogas, especialmente contra el fentanilo, una parte central de su segundo mandato, ordenando ataques militares contra barcos venezolanos y de otros países que, según el gobierno, trafican drogas.
Trump firmó otra orden ejecutiva declarando al fentanilo como un arma de destrucción masiva.
Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa. Este contenido fue hecho con la asistencia de una inteligencia artificial y contó con la revisión del editor/periodista.
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