Lo que antes eran vías residenciales hoy funcionan, en muchos tramos del Ensanche La Fe, como extensiones de talleres mecánicos y depósitos improvisados de chatarras.
Vehículos en reparación ocupan carriles completos en ambas direcciones, las aceras desaparecen bajo piezas y equipos de reparación, mientras los peatones se ven obligados a caminar por las calles, exponiéndose a accidentes.
Tal es el caso de Dora Contreras, de 72 años, residente en la calle Paraguay, quien resultó lesionada tras ser impactada por un motociclista que subió a las aceras al no poder transitar libremente por las calles.
“Eso fue un motor que me tumbó en las aceras, subiéndose por las aceras, así como yo estoy sentada”, detalló doña Dora, responsabilizando a las autoridades por no regularizar el comercio que se apodera de las calles y el libre tránsito.
Vecinos consultados aseguran que la situación empeora con el paso de los años. “Aquí uno tiene que tirarse a la calle porque no hay por dónde caminar. Las aceras están llenas de carros y motores dañados”, comentó una residente que prefirió no ser identificada.
Destacaron que la problemática se intensifica en horarios laborales, cuando la actividad de los talleres alcanza su punto más alto.
Esto se debe, en parte, a que la expansión de negocios automotrices informales figura entre las principales causas del fenómeno. Calles secundarias se han convertido en áreas de trabajo permanente para mecánicos y vendedores de repuestos, sin que existan delimitaciones claras ni controles constantes sobre el uso del espacio público.
Así lo entiende Francisco, comerciante de la zona: “los dueños de los talleres están pegados y hacen lo que quieren. Todos esos vehículos no pueden estar así en las calles”, consideró el comerciante.
De igual modo lo piensa Izatis Guzmán, ama de casa residente de la localidad.
“Me afecta muchísimo, porque uno no puede parquearse. Uno viene de su trabajo y tiene que parquearse lejísimos con muchachos, porque todos estos talleres tienen todos los parqueos ocupados”, explicó Guzmán, quien pidió a las autoridades municipales buscar una solución al conflicto que les afecta.
En ese mismo sentido, los residentes del Ensanche La Fe denuncian acumulación de desechos, derrames de aceite y obstrucción de imbornales, factores que afectan la salubridad y la imagen del barrio.
También advierten sobre el impacto en personas mayores, niños y personas con discapacidad, quienes enfrentan mayores dificultades para desplazarse.
No obstante, dueños de talleres alegan que el alto costo de los alquileres para sus locales, así como las características propias de la reparación de vehículos, llevan a que los técnicos usen calles y aceras para concluir sus trabajos, conscientes de que esto limita el libre tránsito en la zona.
Mario Medina, propietario de taller, afirmó: “Hay mucho trabajo. La mayoría de los vehículos se paran afuera, los que están terminados, por falta de espacio”, alegó el comerciante.
Este explicó que los altos precios de los alquileres de locales en la zona les dificultan tener el espacio suficiente para atender a sus clientes. “Este pedazo, aquí pago yo 40 mil pesos y caben ocho vehículos, entonces cuando se terminan hay que parquearlos afuera”, detalló Medina.
Agregó que los trabajos de terminación, como la reparación e instalación del aire acondicionado, el pulido y brillo, entre otros, deben realizarse en las calles y aceras, a sabiendas de que esto dificulta el libre tránsito en la zona.
Ante las quejas, la Alcaldía del Distrito Nacional (ADN) ha realizado operativos de recuperación de espacios públicos con el retiro de vehículos abandonados y la clausura temporal de talleres, pero los moradores aseguran que tardan más en aplicarlos que estos en volver a instalarse.
En 2025, la Alcaldía del Distrito Nacional aprobó una ordenanza que declara al Ensanche La Fe como polígono especial, con el objetivo de establecer reglas más claras para el uso del suelo y el ordenamiento territorial.
Sin embargo, los residentes consideran que las acciones aún resultan insuficientes si no se mantienen de forma continua. “Vienen, limpian un día, pero al poco tiempo todo vuelve a lo mismo”, afirmaron. Este contenido fue hecho con la asistencia de una inteligencia artificial y contó con la revisión del editor/periodista.









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