En días recientes se publicó en las redes sociales del ajedrez dominicano la foto de referencia, la cual causó cierta sorpresa y generó varios comentarios. En ella se aprecia al equipo olímpico nacional que enfrentó a Rusia en la primera ronda de la Olimpíada Mundial de Estambul 2012; hace 13 años.
Se puede decir, “Estambul y nada más, después… la selva”, parafraseando la frase “amigos y nada más, el resto… la selva”, perteneciente a la famosa canción A Mis Amigos, popularizada por Alberto Cortez (escrita por Mirla Castellanos, con quien la interpretó) y también por Facundo Cabral.
Al ver la foto y recordar la actuación de ese equipo, conformado por los Maestros Lisandro Muñoz, Nelson Pinal, William Puntier, Francis Fernández y Luis Flaquer, es oportuno realizar un breve análisis del ajedrez dominicano al finalizar el 2025.
En 2012, el equipo nacional terminó en el lugar 67, la mejor actuación de los últimos 15 años; sin embargo, después de Estambul, el conjunto dominicano descendió al puesto 99 y llegó hasta el 125 en la pasada Olimpiada Mundial de Hungría, por debajo de Haití. Un retroceso evidente.
En el ranking mundial de diciembre de 2025, la República Dominicana aparece en el lugar 85, detrás de 15 países de Latinoamérica. Nada loable.
Por otra parte, el año termina con dos jugadores por encima de los 2300 de ELO FIDE – Lisandro Muñoz (2323) y Josué Araujo (2307) – y solo seis ajedrecistas entre 2200 y 2275, cifras muy pobres a nivel internacional.
En el ajedrez femenino la situación también es crítica: el país aún no cuenta con una Maestra Internacional, solo cuatro jugadoras activas que son Maestras FIDE y cuatro Candidatas a Maestras. De ese grupo, solo la Campeona Nacional, Patricia Castillo, posee un ELO FIDE por encima de 1900, con 1913 puntos. Se puede afirmar que el buen trabajo realizado en 2014 se perdió estrepitosamente por razones que no son pertinentes señalar ahora.
La pregunta de la afición ajedrecística del país es obvia: ¿qué hace la entidad encargada del desarrollo del Juego Ciencia dominicano para revertir el evidente retroceso de la calidad del ajedrez nacional?
Termina el año y no se efectuó el Campeonato Nacional por equipos, una verdadera fiesta del ajedrez nacional con la participación de numerosos conjuntos del país. Tampoco se celebraron los Campeonatos Nacionales juveniles y sub-20, entre otros eventos que “antes” eran estatutarios. Ya nadie recuerda la Copa Samanel, los Torneos abiertos, Los Inmortales, los internacionales de Boca Chica y otros que mantenían a los jugadores activos gran parte del año.
En el Campeonato Nacional masculino, a comienzos de este año, se retiraron cinco de los principales jugadores en protesta por la organización del evento a cargo de la FDA. Y en el Nacional Femenino la situación fue caótica cuando hubo que jugar una de las rondas decisivas con la luz de celulares porque en el local del ajedrez no había un inversor, ni existió la previsión para evitar esa penosa coyuntura.
Por suerte para el ajedrez nacional, existen grupos independientes que, con mucho esfuerzo y sacrificio, realizan actividades: principalmente la Caribbean Chess Academy, de Carlos P. Abreu; la Academia Strong Chess, de Ruddy Méndez; el grupo Walfa Chess, muy activo en el interior del país con el Maestro William Arias al frente; y el grupo TDR-StarChess con Starling Rodríguez y José Jiménez como excelentes promotores.
Párrafo aparte merece CheckMate Series, RD, un canal de YouTube de calidad internacional, excelente iniciativa de Oniel Santana en Santiago de los Caballeros, dedicado a presentar interesantes matches en vivo con el objetivo de incentivar y elevar el ajedrez dominicano a su más alto nivel.
También es destacable la actividad de las simultáneas realizadas por el Gran Maestro Ramón Mateo y su esfuerzo anual por organizar el Torneo del CODIA, que el próximo 4 de enero celebrará otra edición.
Muy positivo ha sido el surgimiento de figuras jóvenes como Fraimy Morel Reyes, Ángel Sebastián Lara, Alejandro Muñoz, los hermanos Reynie y Sahiean Polanco, Jair Estiben Mejía y Leonardo Simó, frutos principalmente del trabajo de profesores independientes. Son jóvenes que necesitan un entrenamiento Técnico Metodológico para aprovechar su talento y pasión por el juego, y evitar que los años los pasen por encima, como ha sucedido con otras promesas del ajedrez nacional.
Al menos en los últimos 13 años, el ajedrez dominicano ha descendido a niveles insospechados hace 20 años, y lo triste de la situación es que no se prevé un cambio positivo a corto plazo, considerando la falta de iniciativas para efectuar eventos de calidad por parte de la entidad que recibe periódicamente fondos del presupuesto nacional para el desarrollo y fomento del ajedrez.
“Estambul y nada más, después… la selva” Este contenido fue hecho con la asistencia de una inteligencia artificial y contó con la revisión del editor/periodista.









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