La pregunta sobre cuándo introducir la leche de vaca en la dieta infantil es una de las más comunes entre padres y cuidadores. Según la Academia Americana de Pediatría (AAP), la leche de vaca no debe administrarse antes de los 12 meses de edad.
La razón principal es que el sistema digestivo de los bebés menores de un año no está preparado para procesar las proteínas y minerales presentes en la leche de vaca, lo que puede causar una sobrecarga en los riñones inmaduros. Además, la leche de vaca carece de hierro, vitamina C y otros nutrientes esenciales para el desarrollo durante los primeros meses.
A partir del primer año, la leche de vaca puede convertirse en una fuente importante de calcio y vitamina D, siempre que se ofrezca en cantidades adecuadas. Los especialistas recomiendan:
* De 12 a 24 meses: leche entera, para favorecer el crecimiento y el desarrollo cerebral.
* Después de los 2 años: leche baja en grasa, según las necesidades nutricionales y el estado de salud del niño.
Riesgos de introducirla antes de tiempo
* Deficiencia de hierro: aumenta el riesgo de anemia.
* Problemas digestivos: diarrea, estreñimiento o malabsorción.
* Sobrecarga renal: exceso de proteínas y minerales difíciles de procesar.
Los expertos insisten en que la leche materna o de fórmula debe ser la base de la alimentación durante el primer año de vida. A partir de los 12 meses, la leche de vaca puede incorporarse de forma gradual y supervisada, siempre acompañada de una dieta variada y equilibrada. Este contenido fue hecho con la asistencia de una inteligencia artificial y contó con la revisión del editor/periodista.









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