Esta creadora de contenidos de moda ama la creatividad que se refleja a través de los estilos y de cada diseño. Aunque estudió Mercadeo, es en esta área donde se ha refugiado para librar su batalla contra el cáncer de mama que le diagnosticaron en el año 2020. Hoy, cinco años después, sigue su tratamiento convencida de que las adversidades no siempre son obstáculos.
“Aspiro a comunicar a través de la moda, y a tener seguridad y confianza en lo que hago. Quiero inspirar a otras mujeres a creer en ellas mismas y a entender que un atuendo puede reflejar quiénes somos y quiénes deseamos ser. La moda es un lenguaje, y mi propósito es mostrar que, al vestirnos, también contamos nuestra historia y proyectamos nuestra propia fuerza”. Con este contundente argumento inicia el relato de Elena Isabel Rosario, la sobreviviente de cáncer de mama que hoy, en la creación de contenido, encuentra un ‘outfit’ a la medida de la superación.
Fue el 19 de octubre del año 2020, en plena pandemia por el Covid, que a la protagonista de hoy le dieron un diagnóstico que cambió su vida para siempre.
“Aquel día fue un momento impresionante y abrumador: el miedo me consumió al pensar que podía morir, dejar a mi hijo, que en ese entonces tenía sólo 9 años, y causar dolor a mi familia. Mis primeras luchas fueron internas. Me preguntaba por qué me estaba pasando esto y qué había llevado a esa situación”. Fueron días de angustia, pero no de desesperanza.
“Luego vino la incertidumbre del futuro, un futuro que de repente se volvió completamente incierto”. En ese momento ni ella estaba consciente de la fortaleza que tenía para hacerle frente a la adversidad.
“Una de las batallas más difíciles fue enfrentar los cambios físicos. Siempre he sido una mujer muy femenina, cuidadosa con mi imagen, y no saber a qué me enfrentaría ni cómo afectaría mi cuerpo me generaba temor”. Lo único que sabía Elena era que había que luchar, incluso cuando desconocía exactamente contra qué le tocaba hacerlo.
Fue un proceso complejo y de aceptación, pero sobre todo, de mucha fortaleza. La fe verdadera en Dios y el apoyo de su familia han sido vitales en el trayecto recorrido hasta hoy.
“Porque por ella decidí poner de mi parte y hacer todo lo que me podía curar. Quería que mis seres queridos me vieran luchando como la guerra que siempre he sido para ellos”. Surtió efecto el plan en marcha. A la fecha, continúa dando seguimiento a su salud con bloqueos hormonales y consultas de rutina que le aseguran que, gracias a Dios, todo va bien.
Elena, quien se declara admiradora de la diseñadora Carolina Herrera, en la adversidad no sólo descubrió las oportunidades de nuevos comienzos, sino que sí es posible luchar por lo que se quiere y se disfruta. La moda es su pasión y en ella se refugió para vencer la enfermedad.
“Durante mi proceso de recuperación, la moda se convirtió en uno de los testimonios más grandes de mi vida, porque en ella pude albergar esperanza. Compraba piezas y accesorios con los que me visualizaba en el futuro, ya sana. A veces quienes me las vendían me decían: ‘Pero eso no te sirve en este momento’, y yo respondía: ‘Me va a servir en algún momento, porque yo me sanaré y la luciré como siempre lo he hecho’. La moda no sólo me acompañó, sino también me ayudó a proyectarme hacia la vida que sabía que podía recuperar”. Lo logró.
Hoy, se dedica a esa área como creadora de contenidos de moda, armando ‘outfits’ e inspirando a otras mujeres a que, no importa las situaciones y circunstancias por las que estén atravesando, siempre es bueno lucir bien, sentirse hermosa y amarse por dentro y por fuera.
¿Qué experiencia te deja el haber atravesado por esta situación de salud? Se le preguntó a Elena Isabel Rosario haciendo alusión al cáncer de mama por el que atravesó. No tardó en responder con la gallardía que sólo una mujer de fe y con amor propio puede tener.
“Este proceso me ha dejado una gran enseñanza. Me dejó que la vida se vive a cada momento porque puede cambiar en un segundo. También sentí la mano de Dios en mí y cómo su amor me devolvió mi salud. Valoré a mi familia más que nunca porque a través del proceso pude ver lo importante que es un apoyo familiar, eso te da fuerza, te hace sentir querida y amada”. Lo comunica con la emoción del agradecimiento.
Fue luego de ser diagnosticada con cáncer que la dueña de esta historia entendió que las adversidades no siempre son obstáculos. “Para mí, el cáncer no representó una adversidad como tal, sino una lección profunda que transformó mi forma de ver la vida. Aprendí que cada reto puede convertirse en una oportunidad: una oportunidad para valorar más, para crecer, para fortalecerse y para reencontrarse con lo verdaderamente importante. El cáncer me enseñó que incluso en los momentos más difíciles, siempre existe espacio para la esperanza y para comenzar de nuevo”. Es testigo de ello y lo demuestra con cada sonrisa mostrada en sus redes cada vez que crea un ‘outfit’ para inspirar a otras mujeres.
Elena disfruta lo que hace. Al tiempo que se deleita con el estilismo que crea y presenta a través de sus redes, trata de que quienes la sigan también lo hagan, no sólo para lucir hermosas y muy bien puestas, sino para sentirse bien con ellas mismas. Que aprendan a crear sus ‘outfits’ “internos” y externos.
“Siempre he sido fan de la moda y de las pasarelas. Amo la creatividad que se refleja a través de los estilos y de cada diseño. Muchas veces me he preguntado por qué esa no fue mi profesión, porque la moda siempre ha sido parte de mí. Disfruto expresarla y vivirla a través de mis estilismos, porque es una forma de mostrar quién soy y lo que siento”. Actualmente, ejerce su pasión en el área de la moda.
A la protagonista de este relato le encanta multiplicar lo aprendido, sobre todo cuando sabe que ese aprendizaje repercute en el bienestar de los demás. Además de su historia de vida como sobreviviente de cáncer, ella es una mujer que proyecta seguridad con cada pieza que luce, con cada atuendo que arma, y busca ser inspiración para otras.
Como ya se ha dicho, admira a Carolina Herrera, pero ¿es ella también tu inspiración? Se le preguntó. “Ella es también quien me inspira, no sólo como diseñadora, sino también como empresaria y mujer de éxito”. Elena no deja de mencionar al diseñador dominicano Oscar De la Renta. Él, y ahora su marca, son parte de su punto de partida cuando sueña en convertirse en una digna representante dominicana en el mundo de la moda.
Elena sabe que está a tiempo de capacitarse en el área de la moda. No lo descarta. Mientras tanto lleva con ella el título de licenciada en Mercadeo, y el de una maestría en Gerencia Administrativa. “Mi mayor motivación para estudiar siempre fue lograr un estilo de vida diferente y brindar mejores oportunidades a mi familia”. Tenía que dar el ejemplo. Es la hermana mayor de los tres hijos de Benjamín Castillo y Mirian Rosario.
“Crecí en un hogar con limitaciones económicas, pero con una firme creencia en la educación como motor de cambio”. Esa convicción la llevó a la universidad y se ha convertido en ejemplo para sus hermanos Amaury Castillo, Sandra García y César Rosario, así como para su hijo Sebastián Pérez. Sin duda, también es una mujer admirada por su esposo Francisco Pérez.
“Mi mensaje a la juventud es que nunca dejen de luchar por sus sueños. Que estudien, que se preparen y que siempre tengan claro lo que quieren en la vida, porque cuando uno define sus metas, también encuentra el camino para lograrlas. Y, sobre todo, que mantengan a Dios en el centro de cada proyecto, porque con Él como guía, todo propósito se vuelve posible”. La fe y su deseo de vencer las adversidades le han hecho un traje a la medida de la superación y la fortaleza. Este contenido fue hecho con la asistencia de una inteligencia artificial y contó con la revisión del editor/periodista.










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