Aunque todos lo sabíamos —excepto Tezanos y algunos engañados en Ferraz—, el descalabro electoral en Extremadura, aunque previsible, no ha sido menos duro para Pedro Sánchez y el PSOE.
Los socialistas han gobernado en Extremadura la mayor parte del tiempo —36 años— desde la creación de la comunidad, por lo que este traspié electoral no es menor.
Y no solo ha sido culpa de Miguel Ángel Gallardo, el candidato ‘petardo’ impuesto a dedo por el marido de Begoña; también ha sido responsabilidad del propio Sánchez por designar a una persona procesada por la Justicia —amigo de su hermano, también procesado— para encabezar la lista electoral socialista.
Los casos de corrupción que afectan al Ejecutivo, al partido y al círculo íntimo del líder del PSOE han pasado factura, al igual que los escándalos de presuntos acosos sexuales que han salido a la luz en las filas socialistas en el último mes.
El discurso del miedo promovido por el presidente del Gobierno, con el mensaje de “que viene la extrema derecha”, ya no es suficiente para movilizar a su electorado, que está cansado no solo de los chanchullos y las mamarrachadas de la cúpula y de los enchufados sanchistas, sino también de la crisis económica que se siente y se resiente cada vez que Sánchez afirma que “vamos como un cohete”, mientras a gran parte de los españoles les cuesta llegar a fin de mes o deben recortar gastos básicos.
Lo ocurrido en Extremadura es solo el inicio de la caída a los infiernos de Sánchez: la muerte a pellizcos continúa con Aragón, Castilla y León y, después, Andalucía. Todo ello mientras se acumulan las causas judiciales, los imputados y los procesados.
Este y otros asuntos de actualidad son abordados por Alfonso Rojo en el ’24×7′ de este lunes, 22 de diciembre, junto a la periodista de OKDiario, Irene Tabera, y el periodista de El Debate, Álex Navajas.
Este contenido fue hecho con la asistencia de una inteligencia artificial y contó con la revisión del editor/periodista.
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