Fuente: Zócalo Saltillo
Washington.- Antes de proceder con el abordaje y la incautación del petrolero sancionado Bella 1, que ha estado siguiendo desde el domingo en aguas próximas a Venezuela, la Guardia Costera de Estados Unidos aguarda la llegada de fuerzas especializadas. Esta operación, que se extiende por varios días, pone en evidencia las dificultades logísticas para aplicar las sanciones estadounidenses en la zona.
Según revelaron a Reuters un funcionario estadounidense y una fuente cercana al caso, el buque ha rechazado ser abordado. Esto implicaría la necesidad de enviar a uno de los dos únicos Equipos de Respuesta de Seguridad Marítima (MSRT) de la Guardia Costera, unidades capacitadas para abordajes complejos, incluso utilizando rapel desde helicópteros.
Probablemente, esta labor recaerá en uno de los dos equipos especializados que están entrenados para abordar embarcaciones en estas condiciones.
La prolongada persecución refleja la tensión existente entre la política sancionadora del gobierno de Donald Trump contra el sector petrolero venezolano y los limitados recursos con los que cuenta la agencia encargada de hacerlas cumplir en el mar. A diferencia de la Armada, la Guardia Costera tiene facultad para llevar a cabo acciones legales, incluyendo el abordaje y confiscación de buques sancionados.
Esta sería la tercera incautación de esta naturaleza en las últimas semanas. La primera tuvo lugar el 10 de diciembre y fue resaltada públicamente por la entonces fiscal general de Florida, Pam Bondi, quien compartió un video de 45 segundos del operativo.
Por razones relacionadas con la seguridad operativa, la Guardia Costera no ha divulgado un calendario oficial para la acción contra el Bella 1. La situación sigue evolucionando.
Este contenido fue hecho con la asistencia de una inteligencia artificial y contó con la revisión del editor/periodista.









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