Fuente: Hoy Digital
Una de las tradiciones más antiguas y queridas de la Nochebuena en República Dominicana no se limita a la mesa familiar, sino que reside en el acto de compartir: llevar un plato de la cena navideña a los vecinos inmediatos.
El dominicano, reconocido por su naturaleza solidaria y social a lo largo del año, intensifica ese sentimiento en estas fechas de unión, cuando la comida se transforma en un vínculo para fortalecer la proximidad y el cariño entre hogares.
Es habitual observar que, una vez finalizada la preparación, las matriarcas del hogar —o los hijos encargados— recorren la calle o el pasillo del edificio con platos cubiertos, repletos de arroz navideño, pollo horneado o pastelón, dirigidos a la vivienda del vecino. Nadie se sienta a la mesa sin antes realizar este gesto.
El diario HOY dialogó con varias dominicanas que mantienen viva esta tradición y coincidieron en que compartir la cena es casi una prolongación natural del verdadero significado de la Navidad.
“Somos solidarios, pensamos en los demás. Nos gusta compartir y más en esta época navideña”, manifestó Michelle Disla mientras ultimaba los detalles para su cena.
Para Bethania Espinal, el acto tiene un sentido aún más cercano:
“El vecino es nuestra familia más cercana, quien nos ayuda cuando ocurre algo. Lo más lógico es que también le llevemos su cena navideña”.
Yamilca Trinidad recordó que esta costumbre data desde su infancia. “Mi mamá siempre me enviaba con platos para los vecinos, y ahora que tengo mi casa y un hijo, repito lo mismo. Antes de sentarnos a comer, ya he pasado por donde mis vecinos”.
Este contenido fue hecho con la asistencia de una inteligencia artificial y contó con la revisión del editor/periodista.
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