Fuente: La Opinión Digital
Estados Unidos finalizó 2025 con 394 tiroteos masivos, una cifra superior a los días del año, aunque menor que los máximos alcanzados tras la pandemia.
El país cerró 2025 con una reducción en los asesinatos masivos, pero la violencia armada continúa siendo un problema estructural. Según el conteo del Gun Violence Archive (GVA) hasta el 21 de diciembre, se registraron 394 tiroteos masivos. A pesar de que esta cifra sigue siendo preocupante —superando los días transcurridos en el año— representa un descenso respecto a los niveles extraordinarios que se observaron entre 2021 y 2023, cuando la violencia letal aumentó tras la pandemia de COVID-19.
Los datos preliminares apuntan a que 2025 será uno de los años con menor cantidad de asesinatos masivos en casi dos décadas, lo que ha reavivado el debate sobre las causas reales del fenómeno y las limitaciones de las políticas públicas en un país donde el uso de armas de fuego está profundamente arraigado.
El balance anual revela una disminución en los episodios más letales, aunque no así en la frecuencia general de la violencia armada:
Estas cifras refuerzan una tendencia que los expertos describen como un “retorno a niveles prepandemia”, más que como resultado directo de reformas legislativas.
Aunque el número total de asesinatos masivos bajó, algunos casos concentraron la atención nacional debido a su impacto simbólico y a los lugares donde ocurrieron.
De acuerdo con la base conjunta de datos de la Universidad de Northeastern, USA Today y Associated Press, en 2025 hubo apenas 17 asesinatos masivos, frente a los 42 reportados en 2023. Para James Alan Fox, profesor de criminología en Northeastern y supervisor del proyecto, estos números deben interpretarse con precaución.
“No es una victoria de la reforma de armas. Es un retorno a un nivel más habitual”, explicó Fox, señalando que esta reducción responde a una corrección estadística después de años excepcionalmente violentos.
La definición utilizada por este grupo para asesinato masivo incluye eventos con cuatro o más víctimas mortales en menos de 24 horas, sin contar al agresor y sin limitarse solo a armas de fuego. Bajo este criterio, solo cuatro casos en 2025 sucedieron en espacios públicos, mientras la mayoría estuvo vinculada a disputas domésticas.
La diferencia entre las cifras suele generar confusión pública. Mientras el Gun Violence Archive documenta tiroteos con cuatro o más personas heridas, la base académica de Northeastern se centra exclusivamente en muertes.
En 2025, el GVA registró menos de 400 tiroteos masivos, lo que representa un descenso importante comparado con los 659 ocurridos en 2023. Sin embargo, la violencia armada general causó miles de muertos y heridos, manteniendo a Estados Unidos muy por encima de otros países similares.
Expertos consultados por Associated Press y Newsweek coinciden en que no hay una sola causa para este fenómeno. Entre los factores influyentes destacan:
A pesar de esto, Fox advierte que las caídas abruptas suelen ir seguidas por repuntes y que 2026 será un año clave para determinar si esta tendencia se mantiene o cambia.
Estados Unidos logró reducir el número de asesinatos masivos a su nivel más bajo en casi veinte años, pero aún registra casi un tiroteo masivo diario. La violencia armada persiste como una constante que afecta escuelas, iglesias, universidades y hogares.
El año concluye sin nuevas leyes federales sobre control de armas, pero con indicios de que las políticas estatales y la prevención temprana podrían marcar diferencias. Para expertos y autoridades, el reto en 2026 será evitar que esta baja sea solo una excepción estadística más en un país donde el problema armado sigue lejos de resolverse.
Este contenido fue hecho con la asistencia de una inteligencia artificial y contó con la revisión del editor/periodista.








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