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Sanciones que van de 300 a 600.000 euros: El alto costo de las infracciones y el uso indebido de la pirotecnia – EFE

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Toledo (EFE).- Llega la Navidad y muchos españoles adquieren productos pirotécnicos para celebrar estas fechas.

Fuente: Belén Mayo/belen_mayo@efe.com

Toledo (EFE).- Llega la Navidad y muchos españoles adquieren productos pirotécnicos para celebrar estas fechas. Sin embargo, ¡mucho cuidado! Un uso inapropiado, la venta ilegal o el almacenamiento y fabricación incorrectos pueden derivar en sanciones que van desde los 300 euros por infracciones leves hasta los 600.000 en casos muy graves.

Solo durante la pasada campaña navideña, la Guardia Civil de Toledo confiscó 300.000 unidades de artículos pirotécnicos que no cumplían con la normativa o que se comercializaban en establecimientos sin autorización.

En este 2023 ya se ha establecido una orden de servicio para que los agentes realicen estos controles. No solo inspeccionan tiendas y mercadillos, sino también eventos donde se utiliza pólvora, sea para fuegos artificiales o para representaciones teatrales.

EFE acompañó este sábado a la Guardia Civil en diferentes intervenciones.

Guiados por el cabo primero Mario Gómez Martín, jefe del equipo de Inspección de la Intervención de Armas y Explosivos de Toledo, junto a otras dos agentes, nos trasladamos a Almonacid de Toledo. Allí, bajo su castillo, tiene lugar el programa ’12 meses, 12 castillos, 12 experiencias’ organizado por la Diputación Provincial, que incluye una recreación de una batalla de la Guerra de la Independencia.

Al caer la tarde unas 150 personas suben desde el pueblo al castillo. Mientras tanto, los miembros de la Asociación Cultural La Partida de Camuñas, en colaboración con otras entidades, ya están listos con sus armas de avancarga históricas y cañones.

Estos actos cuentan con la autorización previa de la Subdelegación del Gobierno, tras haber presentado un plan de seguridad para proteger tanto a los participantes como al público. Este documento incluye también la cantidad exacta de pólvora que se empleará.

Además de prevenir accidentes, el cabo primero verifica si quienes participan en la recreación poseen licencia de armas y guía de pertenencia.

Gómez confirma que las numeraciones de las armas coinciden con los documentos oficiales y controla el volumen de pólvora que lleva cada recreador. El máximo permitido es un kilo; por disparo, no más de 18 gramos. En esta representación usan menos de 8 gramos por disparo y no superarán los 20 disparos en total.

La pólvora sobrante del kilo puede ser retirada por los participantes o desactivada con agua, siendo obligatorio contar con un recipiente con líquido para esa función.

Ministerio de Obras Publicas

El cabo también revisa que las armas queden completamente limpias de pólvora tras su uso.

Las infracciones a esta normativa acarrean multas entre 600 y 30.000 euros según su gravedad.

Miguel Ángel Domínguez es quien interpreta al comandante francés en la representación y también jefe de Protección Civil en Camuñas en la vida real.

Como tal, es responsable del protocolo de seguridad del evento que remite a la Delegación del Gobierno, Guardia Civil y Ayuntamiento correspondiente.

En dicho protocolo se especifica desde dónde se efectuarán los disparos, cómo se orientarán las armas y cuántos tiros realizará cada recreador.

Domínguez explica a EFE que salvo un incidente menor hace años —cuando explotó un cañón sin causar daños— en sus 18 años organizando estas recreaciones no ha ocurrido ningún percance importante.

El espectáculo finaliza con una mascletá organizada por Pirotecnia La Sagreña, empresa ubicada en Magán (Toledo).

La Guardia Civil también inspecciona el transporte del material pirotécnico. El cabo solicita a los transportistas la carta de porte para comprobar que coincide con la carga declarada: número de bultos y cantidades exactas. Además, pide ver la autorización otorgada por la Delegación del Gobierno para comunicar el espectáculo.

Pablo Sánchez Toledo, gerente de la empresa, afirma a EFE que el transporte es seguro gracias a las medidas especiales del vehículo destinado a ello.

En esta ocasión llevan solo 10 kilos debido a que el espectáculo será más sencillo; tras las lluvias una torre del castillo se derrumbó y se han adoptado precauciones para evitar efectos adversos durante la mascletá utilizando artefactos pequeños o considerados de bajo riesgo.

Por supuesto, se establece un perímetro de seguridad: quien efectúe el disparo debe estar al menos a 15 metros del material pirotécnico y los espectadores a una distancia mínima de 25 metros.

Tras concluir su labor en Almonacid, el cabo Gómez se dirige a un parque comercial en Toledo para inspeccionar una tienda especializada en estos productos llamada La Traca.

Esta tienda está autorizada para comercializar artículos pirotécnicos F-1, F-2, F-3, T-1 y T-2, cuyo nivel de peligrosidad varía entre bajo y medio. Los artificios F-4 solo pueden ser manipulados por expertos.

La Guardia Civil verifica que el establecimiento no supere los 150 kilos máximos permitidos en explosivos almacenados; revisa las medidas de seguridad como puertas independientes para entrada y salida, el aforo máximo permitido (16 personas) y sistemas contra incendios y alarmas.

El cabo controla además que todos los productos cumplan con la normativa respecto a su clasificación, etiquetado visible (en español), embalaje correcto, peso neto exacto y datos del fabricante o importador así como las edades mínimas establecidas para su uso.

Queda prohibido vender estos artículos a personas bajo influencia de alcohol o drogas y está vetada su venta ambulante durante mercados navideños.

Gómez recomienda hacer un uso responsable e insiste en no emplear llama viva (como un mechero) para encenderlos —es preferible usar mecha— y advierte sobre no sujetar cohetes con la mano cuando se lancen.

Estas mismas recomendaciones son recordadas a los compradores por los empleados de La Traca, según explica Conchi Íñiguez, responsable de las tiendas del grupo ubicadas en el centro.

Durante estas fechas lo más vendido son baterías completas de fuegos artificiales; también aumentan las ventas para festividades veraniegas en pueblos y eventos deportivos especialmente futbolísticos.

Conchi comenta que mantienen siempre cerrada la puerta del local; solo se abre mediante mando a distancia para clientes y mantienen alejados estos productos del público dentro del establecimiento.

Este contenido fue hecho con la asistencia de una inteligencia artificial y contó con la revisión del editor/periodista.

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