Fuente: Listin diario
Para la propia intérprete, “La verdad” (1960) representó “la obra maestra de su carrera como actriz”. La película estuvo nominada a los Óscar de Hollywood y atrajo a cinco millones de espectadores en Francia.
Brigitte Bardot, actriz francesa, participó en aproximadamente cincuenta películas desde “Y Dios creó a la mujer” en 1956, que la lanzó al estrellato, hasta su última cinta, “Colinot, el seductor”, en 1973, pasando por títulos como “La muñeca y el bruto”.
A continuación, se destacan algunos de sus papeles más emblemáticos:
El director Roger Vadim, quien entonces era esposo de Bardot, describió la historia como la de “una joven de su tiempo” que ha dejado atrás los tabúes sociales y el sentimiento de culpa para vivir una sexualidad plena y libre.
Este drama fue filmado en Saint-Tropez, ahora un exclusivo balneario francés, y aunque recibió críticas mixtas y enfrentó resistencia por parte de los medios conservadores debido a su calificación para mayores de 16 años en su estreno, tuvo un gran impacto.
En Estados Unidos, la película fue un éxito y dio origen a la llamada “Bardotmanía”, que convirtió a esta joven de 22 años en un icono sexual mundial.
Durante el rodaje, Bardot inició una relación con Jean-Louis Trintignant, su compañero de reparto. Posteriormente, ella y Vadim se divorciaron en 1957.
En otro drama, Bardot interpreta a una joven seductora acusada del asesinato de un antiguo amante; el juicio revelará detalles sobre su relación con la víctima.
En esta película, Bardot explora un nuevo aspecto de su carrera actoral y durante su rodaje comenzó una relación sentimental con el actor Sami Frey.
El trabajo fue complicado debido al exigente director Henri-Georges Clouzot; Bardot recordó que parecía estar viviendo “su propio juicio”, como si se valorara su “mala reputación” y “ligereza”.
No obstante, para la propia actriz esta cinta será “la obra maestra” de su trayectoria. Además de ser nominada al Óscar, alcanzó cinco millones de espectadores en Francia.
Al concluir el rodaje, Bardot intentó suicidarse, reflejando una experiencia similar a la de su personaje.
En otra historia, un guionista y su esposa parecen formar una pareja sólida hasta que un incidente con un productor hace que la mujer desprecie a su marido.
Bardot comparte cartel con Michel Piccoli en este filme emblemático dirigido por Jean-Luc Godard y rodado en Italia (Roma y Capri), en la villa del escritor Curzio Malaparte.
Tras la primera proyección, los productores exigieron más escenas desnudas de Bardot, dando lugar a la famosa escena donde su personaje le pregunta al esposo: “¿Piensas que mi culo es bonito?”
Este papel sigue siendo uno de los más icónicos en su carrera. Aunque el filme tuvo 235,000 espectadores y fue exitoso para Godard, no alcanzó el nivel de popularidad de las producciones anteriores de Bardot.
Dirigida por Louis Malle, esta parodia del wéstern ambientada en América Central narra cómo dos cantantes de music hall se enamoran del mismo revolucionario; protagonizan Jeanne Moreau y Brigitte Bardot, quienes mantienen respeto mutuo pero rivalidad profesional.
Al inicio del rodaje en México, Moreau acaparaba la atención mediática; sin embargo, bajo presión de su agente Bardot respondió a los periodistas y terminó ganando la batalla frente a los flashes.
La crítica no fue favorable hacia esta película aunque consiguió reunir 3.5 millones de espectadores en Francia.
Un violonchelista miope y malhumorado (Jean-Pierre Cassel) conoce a Felicia (Bardot), una mujer hermosa pero caprichosa y elitista después de que su Citroën choca contra su Rolls-Royce; ella intenta seducirlo sin éxito.
Michel Deville dirige esta encantadora comedia con tintes feministas centrada en dos personajes completamente opuestos; Bardot buscaba revitalizar su carrera y logró imprimir mucha personalidad a este rol.
“La muñeca y el bruto” puede considerarse como el “Y Dios creó a la mujer” de los años setenta; Bardot declaró que Deville supo reconstruirla como actriz. La película alcanzó 1.6 millones de espectadores.
Este contenido fue hecho con la asistencia de una inteligencia artificial y contó con la revisión del editor/periodista.
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