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¿Será posible que la derecha en Estados Unidos retome su rumbo?

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Por ejemplo, la propuesta del presidente estadounidense Donald Trump de enviar cheques de reembolso de aranceles por 2,000 dólares a los hogares para mitigar las preocupaciones por la inflación.

Fuente: El Economista

CAMBIO DE RUMBO EN LA DERECHA: EL LEGADO OLVIDADO DE THATCHER Y REAGAN

WASHINGTON, DC – Al conversar con estudiantes universitarios acerca de los problemas que presenta el socialismo democrático y el populismo, suelo citar la advertencia de Margaret Thatcher, quien fue primera ministra británica: con estas políticas económicas, “al final te quedas sin el dinero de los demás”. Este comentario suele causar sorpresa, por lo que complemento con una frase del discurso que Thatcher dio en 1983 durante la conferencia del Partido Conservador: “No existe el dinero público, solo existe el dinero de los contribuyentes”.

Menciono a la Dama de Hierro porque merece mayor reconocimiento. Thatcher fue una destacada defensora de la libertad individual y del libre mercado, una figura política clave en ambos lados del Atlántico, líder conservadora durante 15 años y primera ministra del Reino Unido entre 1979 y 1990. Que hoy se la deje de lado representa un claro indicio del gran giro que ha sufrido la derecha política, que no solo ignora su legado sino también el de su contemporáneo estadounidense Ronald Reagan.

Un vistazo a los titulares recientes confirma esta desviación. Por ejemplo, la propuesta del presidente estadounidense Donald Trump de enviar cheques de reembolso de aranceles por 2,000 dólares a los hogares para mitigar las preocupaciones por la inflación. Thatcher y Reagan se habrían horrorizado ante esa medida y también frente a los propios aranceles. Además, habrían rechazado rotundamente las acciones del gobierno Trump de adquirir participaciones en empresas privadas y apropiarse de ingresos ajenos, junto a sus ataques contra la inmigración. Mientras Thatcher y Reagan enfrentaron a la Unión Soviética, gran parte del Partido Republicano actual adopta posturas aislacionistas e incluso algunos miembros están bajo la influencia del dictador ruso.

Las diferencias no se limitan a las políticas. Trump siempre ha visto al pueblo estadounidense como víctima indefensa frente a transformaciones económicas impuestas por élites hostiles. Al aceptar la candidatura republicana en 2016 declaró: “Me he incorporado a la arena política para que los poderosos ya no puedan abusar de quienes no pueden defenderse”. Tanto el establishment republicano como el movimiento conservador se alinearon con él y su mensaje de resentimiento.

Ministerio de Obras Publicas

En contraste, Thatcher defendía la autonomía y capacidad individuales. En un discurso en 1975 afirmó: “Debemos construir una sociedad donde cada persona pueda desarrollar plenamente su potencial, para beneficio propio y colectivo; una sociedad que premie la originalidad, habilidad, energía y ahorro; donde fomentemos en lugar de limitar la diversidad y riqueza humana”.

Ella siempre actuó con dignidad y decoro, igual que Reagan, quien protegió con esmero la dignidad presidencial al insistir en entrar caminando a emergencias tras ser disparado, cayendo al suelo solo cuando estuvo fuera del alcance público dentro del hospital.

Trump mostró un liderazgo emblemático tras haber sido disparado el año pasado. Sin embargo, ese instante contrasta fuertemente con el deterioro de la dignidad pública y el empeoramiento del discurso político que él mismo ha impulsado. El mes pasado publicó un video generado por inteligencia artificial donde un avión lanza excrementos sobre estadounidenses opositores. Una vez más, los republicanos siguen esa línea; por ejemplo, el vicepresidente JD Vance respondió recientemente a un crítico en X llamándolo “imbécil”.

La dignidad, seriedad y decoro son esenciales en cualquier democracia. Cuando los líderes elegidos renuncian a esos valores pierden credibilidad ante quienes no los apoyan. Esto dificulta que el país se una frente a desafíos como pandemias, atentados terroristas, crisis económicas o guerras mientras sus dirigentes luchan por consensos políticos.

Durante la presidencia de Trump, su movimiento MAGA (“Hagamos que Estados Unidos sea grande otra vez”) sirvió como plataforma para que algunas fuerzas nocivas intentaran infiltrarse en el mainstream político. La reciente entrevista de Tucker Carlson a Nick Fuentes —negacionista del Holocausto, admirador de Hitler, nacionalista blanco e influencer antiliberal dentro de MAGA— es un claro ejemplo. Aunque Carlson suele adoptar un estilo agresivo con sus entrevistados adversarios, esta vez no cuestionó las opiniones peligrosas ni repugnantes expresadas. Tampoco fue el primer momento en que Carlson promovió el antisemitismo.

Carlson no es un personaje marginal. Estuvo junto a la familia Trump en la Convención Nacional Republicana 2024 donde nominaron a Trump para su tercer mandato presidencial. Tras el asesinato del activista conservador Charlie Kirk, Vance tomó las riendas del podcast de Kirk e invitó a Carlson como invitado especial. ¿Seguirá la derecha estadounidense respaldando a Carlson? La Fundación Heritage ya lo hizo. ¿Lo hará Vance?

Aunque Trump ha sido un aliado firme de Israel, su permanencia en el poder no será eterna. ¿Podrán figuras como Carlson ganar influencia creciente tras su retiro?

Thatcher y Reagan creían firmemente en la dignidad inherente a cada ser humano. Un movimiento político que comparta esa fe no puede permitir racistas ni antisemitas entre sus filas; aceptar tales corrientes implica renunciar a esa creencia esencial.

En su discurso de 1975 Thatcher destacó que “está comenzando un nuevo debate —o quizá reavivando uno viejo— acerca del papel adecuado del gobierno” y sobre las “actitudes” fundamentales que lo sostienen. La esperanza entre tanta oscuridad para el Partido Republicano radica en que un debate similar asoma en el horizonte mientras inicia la disputa por definir su futuro después de Trump. Quienes valoramos los legados de Thatcher y Reagan tenemos mucho en juego; igual sucede con todos los estadounidenses —y con el mundo entero.

El autor

Este contenido fue hecho con la asistencia de una inteligencia artificial y contó con la revisión del editor/periodista.

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