Fuente: Hoy Digital
Preocupación del arzobispo coadjutor por la deshumanización en la salud pública
El arzobispo coadjutor de la Arquidiócesis de Santo Domingo, Monseñor Carlos Tomás Morel Diplán, manifestó su inquietud ante lo que interpreta como una pérdida de humanidad en los sistemas sanitarios y la consiguiente desesperanza que afecta a los sectores más vulnerables.
Morel Diplán alertó que cuando el sistema de salud se guía por intereses lucrativos en lugar de respetar la dignidad humana, la vida del paciente pierde importancia dentro de la sociedad.
El prelado expresó estas ideas durante la homilía que cerró el Año Jubilar “Peregrinos de esperanza”, celebrada ayer en la Catedral Primada de América, ubicada en la Ciudad Colonial. En el acto participaron numerosos fieles católicos, incluyendo obispos, sacerdotes, diáconos, laicos, así como representantes de parroquias e instituciones eclesiásticas.
En su discurso, el arzobispo lamentó que los hospitales y servicios médicos prioricen las ganancias económicas sobre la atención personalizada del enfermo, subrayando que una sociedad que no cuida a sus pacientes carece de esperanza.
Hacia un sistema de salud centrado en la persona
Monseñor Morel Diplán expresó el deseo de que la sociedad disponga de un sistema sanitario humano, que garantice a todos el acceso a una atención digna sin discriminación.
El líder eclesiástico destacó que la esperanza cristiana no es algo pasivo ni conformista, sino una “fuerza que incomoda”, capaz de despertar la conciencia y comprometida con la defensa de la vida.
El arzobispo afirmó que tener fe en Cristo implica promover, proteger y valorar la vida, especialmente cuando el sufrimiento y las enfermedades colocan a las personas en situaciones de extrema vulnerabilidad.
Contexto del Año Jubilar
Durante este Año Jubilar, convocado por el Papa Francisco con motivo del 2025 aniversario del nacimiento de Jesucristo, los líderes católicos instaron a los fieles a renovar su fe, fortalecer su esperanza y asumir un compromiso activo con las realidades humanas que demandan justicia y solidaridad.
A lo largo del período jubilar, la Arquidiócesis de Santo Domingo llevó a cabo múltiples celebraciones litúrgicas, peregrinaciones, actos caritativos y actividades pastorales orientadas a profundizar en la experiencia de la misericordia divina y el servicio al prójimo.
Monseñor Morel Diplán resaltó que estas vivencias jubilares representaron signos claros de una Iglesia que camina junto a su pueblo y busca ser fuente de esperanza frente a las dificultades sociales, económicas y humanas que atraviesa el país.
Este contenido fue hecho con la asistencia de una inteligencia artificial y contó con la revisión del editor/periodista.









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