Fuente: Hoy Digital
Un corredor adornado con palmeras, luces y velas iluminaba la entrada. A lo lejos se distinguía un estante dorado, que albergaba 48 velas distribuidas en sus seis niveles, junto a dos jarrones de tamaños diferentes que completaban el ambiente elegante. Además, al fondo, unas letras blancas iluminadas con led formaban la palabra Alma, dando identidad al espacio que acogía a los invitados en Casa de Campo.
La puerta era solo un anticipo de lo que acontecería después, en un salón decorado con velas y luces neón: una cena exquisita preparada por el chef español Ramón Freixa, quien viajó desde Madrid para participar en la tercera edición de Alma y aportar “la tradición española”, según explicó a Hoy al día siguiente.
La cena, elaborada con “productos mágicos” según Freixa, comenzó fuera del salón con aperitivos como anchoas, mejillones, queso payoyo, aceitunas, croquetas y jamón… “realmente es el alma de España en (República Dominicana) pero con modernidad. Siempre digo que sin tradición no hay innovación”.
Los platos fueron excepcionales. El primero consistió en un tartar de tomate con vieiras que destacó por su sabor y frescura, mientras que el plato principal fue un meloso ibérico al vino tinto con setas y orejones que envolvió a los comensales en una explosión sensorial: un deleite para los sentidos donde Freixa combinó el ibérico con la temporada otoñal española, caracterizada por las setas.
El postre se llamó Chocolate caviar by Ramón Freixa y presentó “el exquisito chocolate de Kah Kow con perlas de chocolate que imitaban caviar”. Al llegar a las mesas dentro de farolillos típicos de feria, afirmó: “más español, imposible”.
El maridaje acompañó cada plato a la perfección: Muga rosado para el tartar, Muga reserva para el ibérico y Arzuaga crianza para el postre.
Aunque preparar un banquete para 400 personas no fue sencillo, Freixa aseguró que fue una experiencia muy buena. “Es la segunda vez que cocinamos aquí, en Casa de Campo; el equipo es maravilloso y no puedo hacer otra cosa que agradecer por su apoyo y ayuda”, comentó poco antes de partir para atender su restaurante recién inaugurado en Madrid.
Después de la cena impecable, llegó un concierto inmejorable: Miguel Poveda, cantaor de flamenco, entregó emociones mediante su talento.
Este contenido fue hecho con la asistencia de una inteligencia artificial y contó con la revisión del editor/periodista.
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