Fuente: Jessica Arno/jessica_arno@listindiario.com
Al comenzar un nuevo calendario, las personas suelen expresar sus deseos y metas para ese período, y en los últimos años, este “mapa de sueños” se ha convertido en la herramienta favorita para visualizar esos objetivos.
Conocido también como mapa del tesoro o de la prosperidad, el ‘vision board’ (tablero de visión) ha recibido diversos nombres a lo largo del tiempo. Este recurso, que se emplea para reflejar las metas que se desean alcanzar durante el año, va ganando cada vez más importancia.
Según la psicóloga clínica y colaboradora del Listín Diario, Ana Mirtha Vargas, las raíces de este tablero están en la metafísica. Además, señala que puede elaborarse en cualquier momento del año.
“En muchas ocasiones he visto videos que aconsejan ‘no hacerlo ahora porque es pavoso (trae mala suerte)’, pero eso no es cierto. De hecho, puedes hacerlo en febrero, marzo, junio, cuando tú decidas”, comenta Vargas acerca de una tendencia en redes sociales que indica no hacer el ‘vision board’ en 2025, sino en 2026.
De igual manera, la psicóloga sostiene que este tablero debe ser preciso y no exceder los 10 propósitos (entre cinco y siete, máximo 10). Además, si se realiza en grupo, es importante que los integrantes estén en armonía y que no interfieran con tus propias creencias.
Para César Cordero, master trainer internacional, motivador y coach de oratoria personal, el ‘vision board’ debe socializarse con quienes serán clave en tu vida, aunque su elaboración tiene que ser personal. También explica que antes de plasmar imágenes que representen lo que se desea lograr es fundamental establecer objetivos y propósitos.
Cordero aclara que el propósito da sentido a lo que queremos; el objetivo es aquello que se puede medir; y las metas son las acciones y pasos necesarios para alcanzar dicho objetivo.
“Cuando tienes claros esos pasos (propósitos y objetivos) y has definido al menos cuatro o cinco metas por escrito, entonces puedes representar todo eso mediante una imagen”, afirma el orador y motivador.
Asimismo, el profesional comenta que el tablero puede ser modificado durante el año conforme se vayan alcanzando los objetivos y metas planteadas. Todo esto acompañado de otros planes que ayuden a mantener la disciplina, hábitos positivos y constancia en lo propuesto.
“¿De qué sirve mantener en la pizarra algo que ya logré? Eso genera complacencia. Si ya alcancé mi peso ideal, no debo seguir teniendo esa imagen allí”, ejemplifica Cordero sobre la necesidad de actualizar el tablero según los avances.
Otra recomendación del coach es que las imágenes elegidas para el tablero deben representar un reto para ti, tener una orientación positiva y ser factibles de alcanzar.
Una vez listo el ‘vision board’, Ana Mirtha Vargas aconseja colocarlo en un lugar visible solo para ti, debido a las opiniones ajenas que podrían surgir sobre lo plasmado y las energías negativas que algunas personas pueden proyectar.
Por su parte, Cordero recomienda tenerlo en una pared de tu habitación para verlo diariamente, con el fin de visualizarlo, meditar y reflexionar sobre él al menos dos o tres veces por semana; aunque lo ideal sería hacerlo todos los días.
¿A quiénes no se recomienda el ‘vision board’?
Aunque Cordero considera esta herramienta ideal para todos, reconoce que requiere mucho esfuerzo, constancia y disciplina. Por ello aconseja no usarla solo por moda.
Vargas agrega que no recomienda esta práctica a personas muy negativas, inseguras o con baja autoestima, pues podrían ver el ‘vision board’ como un obstáculo y generar frustración.
Formato físico o digital
Consultados sobre cuál formato es mejor para realizar el ‘vision board’, ambos expertos coinciden en que el físico tiene mayor capacidad de fijación en el cerebro, un órgano visual por naturaleza que procesa mejor la información mediante imágenes.
“Lo fundamental es tener contacto visual con lo planeado para mantenerte enfocado… No importa cómo lo hagas. Pero existe una fuerza particular cuando escribes y cortas algo físicamente. Para mí el formato físico tiene un valor especial, aunque eso no significa que no pueda hacerse digital”, explica la psicóloga clínica Ana Mirtha Vargas.
“Lo ideal es hacer el ejercicio manualmente, aunque puedas apoyarte en la tecnología para guiarte, capturar imágenes o preparar el formato. Pero lo mejor es recortar tú mismo las imágenes, pegarlas y escribir a mano —no en computadora— sobre una hoja impresa”, puntualiza César Cordero.
Este contenido fue hecho con la asistencia de una inteligencia artificial y contó con la revisión del editor/periodista.
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