Editor Freddy Medrano
PARK CITY, Utah, EE.UU. (Tomado de AP) — Nate Parker dejó una exitosa carrera como actor en Hollywood para hacer la película que más le importaba.
Le tomó siete años llevar la historia del esclavo líder de una rebelión Nat Turner a la pantalla. “The Birth of a Nation” se estrenó el lunes en el Festival de Cine de Sundance.
“Vertí todo lo que soy en ella”, dijo el guionista, director, actor y productor tras recibir una gran ovación. “Hice esta película por una razón: con la esperanza de crear agentes de cambio, de que la gente pueda ver este filme y sentirse afectado”.
Turner fue un esclavo que aprendió solo a leer y se convirtió en predicador, trayéndole beneficios a su dueño mientras llevaba la palabra de Dios a los esclavos por todo el estado. Pero esos viajes le mostraron tales injusticias y crueldad que tuvo que actuar, y encabezó una violenta rebelión que aniquiló a 60 dueños de esclavos.
“The Birth of a Nation” es un filme hermoso, doloroso y poderoso que yuxtapone escenas pastorales con violencia inhumana. La cinematografía de Elliot Davis captura los etéreos escenarios naturales del sur de Estados Unidos y la desgarradora brutalidad de la esclavitud.
Presenta a Nat Turner como un chico precoz en quien los mayores africanos veían a un líder pero que creció como esclavo en Virginia. Una amable mujer blanca reconoció su inteligencia y le enseñó la Biblia, y Turner fue un creyente. Predicó y creyó, y por último decidió que la palabra de Dios justificaba la servidumbre tanto como su libertad, y que él prefería ser libre.
Parker personifica la compasión y esencia de Turner, frente y detrás de la cámara. Como Turner, sus ojos comunican un profundo entendimiento de la naturaleza humana. Como el guionista, director y productor de la película, canaliza dicho entendimiento en una obra de arte conmovedora.
Dijo que quería crear “un mecanismo de sanación para Estados Unidos”.
“Debemos ver la esclavitud como el sistema de capas que fue, porque entonces será mucho más fácil aceptar el hecho de que sus remanentes o legado puedan estar afectándonos ahora”, dijo. “Sin una confrontación honesta, no hay sanación. La esclavitud fue una lesión impuesta a la gente negra en nuestro país y mientras más lo ignoremos, más calarán esas heridas y nuestros hijos tendrán que lidiar con eso, y sus hijos tendrán que lidiar con eso”.
La película fue difícil de realizar, dijo Parker, no solo por lo doloroso de los papeles tanto de negros como de blancos.
“Cada vez que lidiamos con nuestra historia, específicamente con la esclavitud, … hay una resistencia para lidiar con este material”, Parker recalcó.
